ZARAGOZA

El fiscal pide 26 años de cárcel para un padre que abusó sexualmente de sus dos hijas

La acusación particular eleva la pena a 32 años por delitos de abusos continuados, violación y malos tratos en el ámbito familiar.

Ángel Abelardo C. B., de 39 años, será juzgado en los próximos días en la Audiencia Provincial de Zaragoza acusado de un delito de violación, otro de abuso sexual continuado de dos de sus hijas y otro de violencia habitual dentro del ámbito familiar por los que el fiscal le pide 26 años de prisión. La acusación particular, en nombre de su mujer y de sus hijas, eleva la pena a 32 años ya que añade un delito de amenazas continuadas. Ambas acusaciones piden penas accesorias de 15 años de alejamiento y prohibición de comunicarse con las chicas así como la privación de la patria potestad durante 12 años.

 

Según sus respectivos escritos de calificación, Ángel Abelardo C. B. -padre de tres niñas y dos niños- comenzó a abusar de dos de las chicas en 2005, cuando contaban con 9 y 15 años (la pequeña tenía 4). Las tres acababan de llegar a España procedentes de Ecuador, ya que primero se trasladó el matrimonio. Desde ese momento, según las acusaciones, abusó de ambas de forma continuada sin que la madre, que era víctima de malos tratos, supiera lo que estaba ocurriendo, ya que las menores se lo ocultaban por miedo a las amenazas y golpes del padre.

 

Sin embargo, la noche de 20 de abril de 2008 la mujer oyó un ruido y se sobresaltó. Al levantarse de la cama para ver lo que ocurría, vio a su hija de 12 años salir corriendo del salón, vestida tan solo con una camiseta y a su marido subiéndose la cremallera de las bermudas que se acababa de poner. Inmediatamente se dirigió a la habitación de la niña y, al preguntarle, le dijo que su padre la había violado. Al día siguiente denunció lo hechos ante la Policía.

 

Los exámenes médico forenses confirmaron que había una evidencia de relación sexual anormal para la edad de la menor, compatible con la agresión sufrida. Además, encontraron restos biológicos del padre con su ADN que ratificaban la violación de la que había sido víctima.

 

La investigación abierta reveló también que la hija mayor, que entonces tenía 15 años, había sufrido los mismos abusos, siembre bajo golpes continuos en la cara y amenazas de que pegaría a su madre y le quitaría a todos los hermanos. Según contó luego la adolescente, estos abusos habían comenzado en Ecuador cuando tenía aproximadamente 7 años. En 2006, cuando tenía 13 años, la dejó embarazada y le obligó a decir que había sido un compañero de instituto. Luego abortó.

 

La chica contó que el 18 de abril de 2008 (dos días antes de que atacara a su hermana menor) y cuando se encontraba embarazada de seis meses, producto de una relación con su novio, su padre la violó y luego le dijo que tenía que abortar. Esta discusión se tradujo en una agresión a su mujer, a la que golpeó y en la cara y en las piernas, causándole hematomas en un ojo y en las extremidades.

 

Según las acusaciones, el maltrato al que este hombre somete a su familia es habitual y constante. Además, a su mujer no le permite tomar ninguna decisión en la familia, le controla el dinero, las relaciones y el escaso ocio que tiene, abusa emocionalmente de la misma, la culpabiliza de cualquier situación que pueda producirse, le hace objeto de devaluaciones personales y le prohíbe relacionarse con su hermana. El hombre se encuentra en prisión desde que fue denunciado.