UNIVERSIDAD

El Consejo de Universidades revisará el proceso de verificación de carreras 

El Consejo ha dado el visto bueno a las 140 primeras titulaciones adaptadas al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) y ha aprobado un procedimiento urgente para que las universidades interesadas puedan reclamar por la calificación negativa de otras 60 que tienen informe desfavorable de la ANECA.

El Consejo de Universidades revisará el proceso de verificación de las titulaciones superiores para "clarificar" los puntos que puedan transmitir a las universidades una sensación de "indefensión" frente a informes desfavorables de la ANECA, encargada de evaluar los planes de estudios.


El Consejo ha dado el visto bueno a las 140 primeras titulaciones adaptadas al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) y ha aprobado un procedimiento urgente para que las universidades interesadas puedan reclamar por la calificación negativa de otras 60 que tienen informe desfavorable de la ANECA.


En conferencia de prensa, el secretario de Estado de Universidades, Márius Rubiralta, ha informado de que ha recibido una carta del presidente de la Conferencia de Rectores, Ángel Gabilondo, y de algunos de sus miembros con propuestas de mejora del procedimiento de verificación.


El objetivo es "evitar que haya susceptibilidades más allá de la calidad" suficiente que requieren las carreras, ha agregado.


Varias universidades privadas de Madrid habían denunciado una situación de "indefensión" en relación con la evaluación desfavorable que la ANECA ha efectuado de sus respectivos planes de estudios de Medicina (que pretenden implantar el curso próximo), lo que también ha originado quejas del gobierno autonómico.


Rubiralta se ha propuesto consensuar un sistema "impecable" en el que no haya "ninguna duda" que pudiera hacer pensar que las verificaciones son más favorables a las titulaciones de las universidades públicas que a las de las privadas, a las de las grandes por encima de las pequeñas o de ciertas autonomías.


Ha insistido en que se ha dejado "bien claro" que la ANECA no se rige por principios distintos según se trate de un tipo de universidad o de otro, sino por los criterios establecidos en la legislación y, sobre todo, por la calidad.


Ha llamado la atención sobre el hecho de que la mayoría de los planes con informe desfavorable son de universidades privadas porque éstas son las que mayoritariamente han presentado titulaciones a la primera convocatoria de verificación, que era voluntaria.


Mientras tanto, ha justificado Rubiralta, el Consejo tenía que agilizar el procedimiento de reclamación de aquellas universidades cuyas carreras han obtenido un informe desfavorable de la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA).


El fin es que puedan iniciarse el curso próximo si subsanan sus deficiencias, ya que el procedimiento ordinario de reclamación dura tres meses.


El Consejo ha decidido por unanimidad un plazo de dos semanas y dos días a partir de mañana para que haya una resolución en relación con las reclamaciones.

Reclamaciones


Las universidades podrán presentar las reclamaciones este jueves y el próximo viernes ante la Presidencia del Consejo de Universidades.


Si son admitidas a trámite, una comisión de expertos decidirá la semana próxima si ratifica el dictamen negativo o si el expediente se remite a la Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (ANECA).


Ésta, a su vez, dispondrá de la semana siguiente para revisar la titulación y emitir un informe, que podrá desfavorable de nuevo o favorable, según ha explicado el director general de Universidades, Felipe Pétriz.


Ha precisado que el informe favorable de la ANECA es uno de los requisitos imprescindibles para que el Consejo verifique como positivo un plan de estudios.


Una vez que el Consejo da el visto bueno a una titulación, se informa de ello al Ministerio, a la comunidad autónoma y a la propia universidad.


La ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, que ha presidido el Consejo por vez primera, ha dicho en la reunión que la universidad pública tiene que seguir manteniendo algunas carreras e investigaciones aunque no sean competitivas económicamente, ya que forman "parte de su función histórica y social".