Estudio China

El carbón y los pesticidas podrían generar defectos congénitos

Las embarazadas que están expuestas a humo de carbón y pesticidas son hasta cuatro veces más propensas a tener bebés con graves defectos congénitos que las que no lo están.

Las mujeres que no entran en contacto con estos químicos durante el embarazo son más propensas a tener bebés con graves defectos congénitos, según revela un estudio realizado en China publicado este martes en 'Proceedings of the National Academy of Sciences'.


Los investigadores estudiaron a 80 bebés recién nacidos y fetos abortados con defectos cerebrales y de la médula espinal y detectaron altos niveles de hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP), que provienen de inhalar humo de carbón en combustión, y pesticidas en las placentas de las mujeres que habían tenido bebés con ese tipo de defectos congénitos.


«Los contaminantes pueden cruzar fácilmente las estructuras preplacentarias e impactar potencialmente en el desarrollo embrionario", ha explicado el autor de el estudio, de la Universidad de Pekín, Tong Zhu, en declaraciones a Reuters.


Zhu y sus compañeros de investigación examinaron a mujeres embarazadas en cuatro zonas rurales en la provincia de Shanxi, en el norte de China, donde los defectos del tubo neural aparecen en 14 de cada 1.000 bebés, una cifra muy superior a la media nacional.


Las mujeres cuyas placentas tenían niveles superiores al promedio de químicos provenientes de la combustión de carbón eran 4,5 veces más propensas a tener bebés con defectos congénitos. Por su parte, aquellas con niveles de pesticidas mayores al promedio corrían el triple de riesgo de dar a luz a un bebé con problemas de nacimiento.


Los defectos de nacimiento relacionados con el cerebro y la médula espinal, llamados defectos del tubo neural, son comunes puesto que ocurren en uno de cada 1.000 nacidos vivos en Estados Unidos.


Una de sus formas más comunes es cuando la columna no se cierra completamente en el primer mes de embarazo, provocando daño nervioso y parálisis en las piernas. Además, cuando el final del tubo no se cierra adecuadamente, dejando el cerebro sin desarrollar, los bebés suelen nacer sin vida o mueren muy poco después del parto.


Ante estos resultados, Zhu insta a las mujeres a evitar el humo del carbón y a usar sistemas más limpios para calentar el ambiente y cocinar, además de evitar inhalar humo de segunda mano.