REFUGIADO EN SU HIPOCONDRIA

El acusado de matar a su mujer y a su sobrina dice que perdió el control al saberse enfermo

El karateca Ramón Luis S.G, acusado de matar a su esposa, al hijo de los dos que estaba gestando y a una sobrina, se ha presentado ante el jurado que ve su caso como un hombre hipocondríaco, obsesionado con enfermedades que no tenía y que le habrían hecho perder el control hasta cometer esos crímenes.


Durante la primera jornada del juicio que se celebra contra él en la Audiencia de Ciudad Real, el acusado aseguró que creía tener un tumor cerebral y que el médico le diagnosticó una hepatitis, cuestiones ambas que le llevaron a pensar que moriría pronto, y a que no fuera dueño de sus actos aquel 30 de abril de 2006, cuando sucedieron los hechos.


"Yo no me reconozco en esos hechos, tanto ensañamiento no lo entiendo", dijo el acusado, y precisó que, por su condición de experimentado karateca, podría haberlos matado de un solo golpe, sin recurrir a tantos como recibieron, y aseguró: "Yo quería a mi esposa".


Explicó que su creencia de que moriría pronto le llevó a la localidad próxima de Tomelloso, con su esposa y su hija, a hacer testamento días antes de los hechos, así como a visitar cuatro veces a su médico habitual y otras tantas el servicio de urgencias. Aseguró que sufría fuertes dolores de cabeza, que en 1992 había intentado suicidarse "porque creí estar infectado de una enfermedad que no tenía", y que todo el mes previo a los hechos fue muy duro para él a causa de dicha obsesión.


"Empecé a perder los papeles -explicó Ramón Luis ante el jurado- mi cabeza se empezó a disparar, empecé a ver borroso, a tartamudear, yo pensaba que tenía algo malo, aquellos días fueron muy angustiosos para mí y empecé a dejar de ser yo".


El procesado dijo recordar que se abalanzó tanto sobre su sobrina, primero, como más tarde sobre su esposa, aunque añadió que desconoce cualesquiera otros detalles y que no tiene recuerdos de lo sucedido después, y, al ser preguntado por qué mató a las dos y dejó viva, en cambio, a su otra hija, de dos años, que también se encontraba esa noche en la vivienda, afirmó: "Les puedo asegurar que mi hija está viva de milagro".


Aseguró que intentó ayudar a las víctimas cuando vio que estaban en el suelo, antes de llamar al 112 para dar a conocer lo sucedido.

Bajo atención psiquiátrica

El acusado dijo que actualmente está tomando fármacos antidepresivos y ansiolíticos por indicación del psiquiatra, y que en ningún momento tuvo problemas con familiares de su esposa o sobrina que pudieran justificar el crimen, asegurando que la relación con su esposa era buena, y que por ello ambos habían decidido tener un segundo hijo, ya que la víctima se encontraba embarazada de siete meses cuando sucedió todo.


Está previsto que la vista dure cuatro días, y en ella se han personado la Junta, el abogado del Estado y la familia de las víctimas, todos los cuales piden, como la Fiscalía, unas penas que suman 47 años y 5 meses de cárcel.


El karateca se encuentra en prisión desde el día de los hechos, una situación que fue confirmada por la Audiencia el pasado 23 de julio.