DÍA 5

Diversión y 'desenfreno' en Rumanía

Nada más llegar al aeropuerto de Bucarest alquilaron una furgoneta para desplazarse por el país, pero a los pocos kilómetros el vehículo se quedó sin frenos. Han tenido que pasar dos días hasta que les han devuelto el coche reparado.

Diversión y desenfreno en Rumanía
Diversión y desenfreno en Rumanía

Beatriz, Maribel, Clemente, Jesús, Sergio y los pequeños Jesús y Maribel prosiguen su viaje, un tanto accidentado, por Transilvania. Hasta allí llegaron en un vuelo directo desde Zaragoza.


Nada más llegar al aeropuerto de Bucarest alquilaron una furgoneta para desplazarse por el país, pero a los pocos kilómetros el vehículo se quedó sin frenos. Han tenido que pasar dos días hasta que les han devuelto el coche reparado, lo cual les ha privado de visitar algunas ciudades que figuraban en su plan de ruta. “Tampoco ha sido una catástrofe porque la casa en la que nos alojamos está en plena naturaleza y hemos podido hacer alguna excursión por la zona”, comenta Jesús, con algo de resignación.


La vivienda que han alquilado se encuentra a pocos kilómetros de la ciudad de Brasov, en una zona plagado de espesos bosques, donde no hay día en que la lluvia no haga acto de presencia ya sea en pequeñas o grandes cantidades.


Una vez arreglado el problema del vehículo (que costó lo suyo), este grupo de amigos prosiguieron su viaje. Así, visitaron el célebre castillo de Vlad Tepes, en la localidad de Bran. Esta fortaleza medieval alberga una de las leyendas más conocidas del país: la del conde Drácula, que poco tiene que ver con el personaje real, sino que está más próximo a lo que la literatura y el mundo del cine ha hecho llegar hasta los ciudadanos.


Después de esta visita, estos intrépidos viajeros se encaminaron hacia la Sibiu, ciudad que fue capital europea de la cultura en 2007. “Por fin, vamos a viajar tranquilos… y con frenos”, bromea Beatriz. “Mientras haya Ciorba para comer…”, afirma Clemente, en referencia a una exquisita sopa casera típica de Rumanía.


El viaje de estos jóvenes aragoneses está en su ecuador, pero van a aprovechar todo el tiempo que les queda para visitar todo cuanto puedan porque “es un país sorprendente, lleno de historia y belleza”, cuenta Sergio. Sin duda, los que más están disfrutando de todas las nuevas experiencias son los pequeños María y Jesús, hijos de Maribel y Jesús, que, por primera vez, viajan al extranjero.