LOS LUNES AL SOL

"Dicen que los jóvenes nos independizamos tarde; es que no nos dejan"

Lidia Melendo, licenciada en Psicología Industrial de 29 años, empezó a trabajar cuando era estudiante. El año pasado se le terminó la prestación por desempleo y ahora no tiene ingresos.

Lidia Melendo está en el paro desde diciembre.
"Dicen que los jóvenes nos independizamos tarde; es que no nos dejan"
CARLOS MONCíN

Lidia Melendo, licenciada en Psicología Industrial de 29 años, empezó a trabajar cuando era estudiante. Cogía trabajos en centros comerciales para ir ganando un dinero. Al terminar la carrera, encontró un empleo en una empresa de selección de personal, después pasó a una consultoría y tuvo distintos trabajos relacionados con su formación hasta que llegó la crisis, en 2008.

"Desde entonces, he ido para atrás: peores empleos, contratos temporales y, ahora, en el paro. Desde diciembre no me sale nada", afirma esta joven zaragozana, que también tiene dos másteres: uno de prevención de riesgos laborales y otro de dirección de recursos humanos. El año pasado se le terminó la prestación por desempleo y ahora no tiene ingresos. "Ni siquiera los 421 euros, porque, al vivir con mis padres, no tengo derecho a solicitar esta ayuda", añade.

Lidia tiene planes para independizarse e irse a vivir con su novio, pero de momento es imposible. "No tengo ingresos y mis padres me mantienen, como a muchos de mi generación. Luego dicen que la edad de emancipación ha subido hasta pasados los treinta años. No es que no queramos irnos de casa y empezar una vida independiente, es que no nos dejan", se lamenta. "El año pasado me tocó una VPO, pero tuve que renunciar porque no podía pagarla. En tres meses me llamaron para otros cuatro pisos y tuve que decir que no a todos. Mucha gente está renunciando a la vivienda por la crisis económica", añade.

Esta joven consiguió trabajo de psicóloga nada más acabar la carrera, en 2004. "Yo hacía de intermediaria entre las empresas y los trabajadores. Ponía anuncios por Internet. Las empresas nos pedían trabajadores de un determinado perfil y yo los buscaba. También gestionaba una base de datos y ofrecía los empleados a las empresas. Ahora estoy viviendo el otro lado. Y es duro", reflexiona.

En septiembre de 2008 cerró la oficina en la que trabajaba y se fue al paro durante un año. Después, solo encontró algún empleo puntual de reponedora o dependienta. Parecía como si su licenciatura en Psicología, sus dos másteres y su experiencia laboral de varios años hubieran perdido valor. Su último empleo fue a finales de 2009, dos meses como tutora-formadora de un curso de liderazgo que impartía en CEPYME. "Fue una experiencia muy interesante, pero muy corta. Los cursos dependen de las subvenciones y este año no hay dinero", afirma.

Desde diciembre de 2009 está en el paro y sin ingresos. "Soy muy activa, estaba acostumbrada a hacer muchas cosas a la vez: estudiar y trabajar, compatibilizar varios empleos? y ahora me siento mal. Es una situación desesperante", señala. Lidia dedica varias horas al día a buscar trabajo. "Estoy todo el día pendiente de Internet y de las ofertas que salen en los periódicos. Somos muchos los que estamos así. Cada vez que me apunto a una oferta, hay más de 300 personas", cuenta. Ya busca trabajo de cualquier cosa, no solo de psicóloga.

"Lo peor es la incertidumbre: ¿Cuándo voy a encontrar un trabajo, de lo que sea? ¿Cuánto tiempo más pasaré esperando? No sé cuándo saldremos de la crisis. Intento ser optimista, pero cada día se hace más cuesta arriba", reflexiona.