MADRID

Detenidos tres chinos dedicados al secuestro de empresarios compatriotas

Las víctimas sufrían amenazas, palizas, presiones psíquicas y eran mantenidas amordazadas y tapadas con capuchas

Agentes de Policía Nacional detuvieron a tres ciudadanos chinos, acusados de conformar un grupo organizado que se dedicaba al secuestro de empresarios compatriotas. Entre los arrestados se encuentra el máximo responsable de la organización. De momento se han esclarecidos dos secuestros aunque los agentes investigan otros casos que podrían haber sido cometidos por esta misma banda, según informó este lunes el cuerpo de seguridad.

 

Las investigaciones, realizadas por el Grupo V de la Brigada Provincial de Extranjería y Documentación, comenzaron en el mes de mayo del pasado año a partir de denuncias que apuntaban a la existencia de un grupo organizado, compuesto íntegramente por ciudadanos chinos. Estaban especializados en el secuestro de empresarios de su misma nacionalidad con un móvil puramente económico, ya que exigían elevadas cantidades de dinero a cambio de su liberación.

 

Las pesquisas evidenciaron el "modus operandi": tras un estudio de las circunstancias y capacidad económica del empresario a secuestrar, siempre de la rama de la construcción, una mujer se ponía en contacto telefónico con la víctima para concertar una cita con motivo laboral. Elegían un piso alquilado por el jefe de la banda.

 

Una vez se personaba el constructor en el lugar, era apaleado y retenido el tiempo necesario para que los secuestradores recibieran de la familia una elevada cantidad monetaria. Una vez conseguido el cobro, liberaban a su víctima y abandonaban el domicilio. En el mismo no quedaba rastro documental de los autores, ya que habían formalizado el alquiler sin contrato, por un periodo de pocos días y abonaban el precio acordado en efectivo.

 

Rescate

 

Las investigaciones apuntaron a que este grupo sería el responsable del secuestro de un empresario, en marzo del año pasado, así como de otro ocurrido en mayo del mismo año. En este segundo caso, gracias a la presión policial, las víctimas fueron liberadas, sin que sus captores hubieran logrado su objetivo: 30.000 euros.

 

Los agentes sospecharon que este grupo podría haber cometido otros ilícitos, si bien no habrían sido denunciados por el temor de las víctimas. Una vez lograda la identificación de los sospechosos, los agentes los localizaron y procedieron a su arresto. En el registro domiciliario en la calle Amparo Usera, intervinieron una pistola, marca "Blow" del calibre 8 mm, con su correspondiente cargador y munición, un arma corta simulada, así como numerosa documentación, tanto bancaria como identificativa.