Fernando Navas puede presumir de un buen currículo: diplomado en Relaciones Laborales, estudia Administración y Dirección de Empresas por la Uned, es técnico en riesgos laborales, posee cinco máster y habla tres idiomas (inglés, francés e italiano). Sin embargo, y pese a su formación, está en el paro desde hace dos meses. Este joven de 32 años reconoce que la situación económica actual es preocupante, pero no pierde la sonrisa mientras apunta que "es importante estar activo y no quedarse en casa esperando un trabajo".

Su novia, Celia, estudió Ingeniería Técnica Mecánica y está haciendo prácticas no remuneradas en una empresa, como colofón a un máster de Gestión e Innovación. El único ingreso que tiene esta pareja es la prestación por desempleo de Fernando.

Ambos están decididos a iniciar una nueva vida en el extranjero si no encuentran un puesto a medio plazo. "Nos planteamos ir a India o a China, dos mercados emergentes, donde podemos tener más y mejores oportunidades laborales", anuncia. De hecho, ya han estado consultando ofertas por Internet y han hablado con conocidos que emigraron a ambos países en busca de un futuro mejor. "El personal cualificado suele estar bien remunerado, según nos cuentan", afirma.

El idioma no supone un obstáculo. De hecho, Fernando vivió durante año y medio en Dublín (Irlanda) y, después, siete meses en Lyon (Francia). "Trabajaba para sobrevivir", cargando y descargando material en un almacén, preparando hamburguesas en un restaurante de comida rápida... incluso como carnicero. Su meta era practicar la lengua de esos países. Domina también el italiano, al que se ha enfrentado de manera totalmente autodidacta: "Veo programas en este idioma, leo libros?". Su afán por aprender no tiene límites.

Cuando terminó un máster de Dirección Comercial y Marketing decidió seguir con los libros y empezar con la carrera de ADE a distancia, que es lo que centra ahora mismo su tiempo libre.

Para ello, el despertador suena temprano por las mañanas. Ha decidido mantener una rutina en el horario y madrugar. "Intento -cuenta- que mi vida tenga un sentido de responsabilidad". Estudia entre seis y ocho horas al día, normalmente en la biblioteca.

Experiencia laboral

Tras su paso por Irlanda y Francia, Fernando Navas volvió a Zaragoza, ciudad en la que ha estado contratado en tres empresas. Su último puesto fue en Cáceres-Barcelona-Madrid (CBM Ibérica), dedicada a la fabricación de accesorios para autobuses, donde ejerció labores comerciales. Un sector al que quiere seguir dedicándose, "a pesar de los múltiples viajes de trabajo que hay que hacer".

Para conseguir este objetivo, consulta las ofertas que aparecen en la prensa y en los portales de empleo en Internet. Los próximos seis meses continuará buscando una oportunidad laboral en Aragón. "Aquí está nuestra familia, tenemos un piso...". Navas pone de manifiesto que "cuando empecé a estudiar pensaba que iba a ser mucho más fácil encontrar un puesto", pero la realidad ha sido otra. Si finalmente no consigue nada, se embarcarán en una nueva aventura para dar un giro a su vida y empezar de nuevo en otro país.