EXPOSICIÓN

De Atapuerca a El Bulli de Adrià

El Museo de la Evolución Humana ofrece en una singular exposición un recorrido por los hábitos alimenticios de hace más de cuatro millones de años.

La exposición 'La dieta que nos hizo humanos' se puede ver hasta abril en el MEH de Burgos.
De Atapuerca a El Bulli de Adrià
MEH

Cocina vanguardista, conceptual, deconstrucción de los alimentos... Quizá todo ello ya lo experimentaron nuestros antepasados durante los millones de años que separan Atapuerca de El Bulli de Ferrán Adrià. La certeza de que lo que comemos delata cómo somos y vivimos, la exhibe, ciencia en mano, el Museo de la Evolución Humana de Burgos (MEH) en una singular exposición denominada 'La dieta que nos hizo humanos'.

La muestra, inaugurada el martes y que se prolongará hasta abril, desvela algunas incógnitas de la alimentación de los homínidos. Por ejemplo, que los neandertales comían moluscos o que los australopithecus usaban herramientas para comer carne, aunque en este caso aún no se ha demostrado si era de animales cazados o muertos. Los investigadores, sin embargo, confirman que algunos de nuestros antecesores fueron carroñeros, otros vegetarianos o caníbales y que es el homo sapiens, el último eslabón de la cadena, el que amplió la dieta a peces, crustáceos y carnes de aves y mamíferos.

El visitante podrá descubrir en un interesante recorrido a través de vídeos, paneles y herramientas, los cambios dietéticos que han experimentado los homínidos para adaptarse a los saltos climáticos y al medio ambiente, una de las claves de la evolución humana, según manifestó Ana Mateos, comisaria de la muestra en la que ha colaborado el Instituto Tomás Pascual Sanz y el Centro de Investigación de la Evolución Humana que dirige José María Bermúdez, codirector también del yacimiento de la Sierra de Atapuerca.

En la sala de exposiciones temporales del MEH se puede descubrir la relación de la alimentación con la genética, las causas de las intolerancias alimentarias de nuestra época -a la lactosa o a los productos celíacos- y las características de los sabores, que a los tradicionales dulce, amargo, salado y ácido, se suma el 'umami', descubierto por el químico japonés Ikeda y que significa sabroso.

Con una divulgación científica y fácil de entender, en la exposición se explica que "muchos de nuestros éxitos adaptativos pueden atribuirse a los cambios metabólicos y fisiológicos que la evolución humana ha ido transformando, pero también a nuestras habilidades de aprovisionamiento, preparación y consumo de alimentos", lo que permitió a los humanos adaptarse a los cambios ambientales desde hace más de cuatro millones de años. Así, los expertos llegan a la conclusión de "nuestro modelo de historia biológica, la expansión cerebral, algunas modificaciones dentales e incluso la evolución tecnológica y cultural son en parte resultado de los cambios en la dieta a lo largo de la evolución".

El canibalismo

Los hallazgos en el yacimiento de Atapuerca han constatado que hace más de un millón de años el homo antecessor practicaba el canibalismo y que los restos de los humanos eran abandonados y mezclados con los de otros animales devorados, como demuestran los utensilios de piedra empleados para procesar los cadáveres.

Paleontólogos y antropólogos atribuyen las razones de esa práctica a motivos religiosos, tradiciones culturales y al instinto de supervivencia en épocas de hambruna, pero también a una cuestión puramente nutricional, como sucede con las mantis religiosas o las arañas.