OBESIDAD MÓRBIDA

Cuando la cirugía es la última esperanza

La cirugía de la obesidad, también denominada bariátrica, es la única tabla de salvación a la que, hoy por hoy, se pueden agarrar los obesos mórbidos, aquellos pacientes cuyo peso corporal oscila entre un 50 y un 100% por encima del ideal o bien lo supera en 45 kilos. Esta patología, segunda causa de muerte prevenible después del tabaco, no puede atajarse con tratamientos convencionales no quirúrgicos (dieta, ejercicios, fármacos...) y el único tratamiento eficaz y disponible del que pueden gozar es el de la cirugía, "un procedimiento bastante seguro sobre el que se han exagerado sus riesgos", subrayó Juan Antonio Luján, cirujano de la Unidad de Cirugía de la Obesidad del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca, de Murcia.


Según las técnicas empleadas -cirugía restrictiva, malabsortiva o cirugía mixta-- este tipo de intervenciones contra la obesidad mórbida presentan unos resultados exitosos entre el 50 y el 80% de los casos. En España se realizan entre 4.000 y 5.000 operaciones anuales y sólo se registra una mortalidad 'insignificante' entre el 0,2 y el 0,3% de los pacientes a los 90 días de la intervención y entre el 0,3 y el 0,5% con posterioridad, precisó Jordi Pujol, especialista en Cirugía Laparascópica y Bariátrica del Hospital de Bellvitge de Barcelona.


Éstas son algunas de las principales conclusiones obtenidas en el Congreso Nacional de Cirugía celebrado esta semana en Madrid, donde se dedicó un apartado especial a analizar el combate médico contra la obesidad mórbida, una enfermedad crónica que tiene una "tendencia epidémica en los países desarrollados", dijo Ismael Díez del Val, cirujano de la Sección de Obesidad Mórbida de la Asociación Española de Cirujanos (AEC). De hecho, esta patología se ha convertido en un importante problema de salud en nuestro país, toda vez que en torno al 10% de la población española padece obesidad y uno de cada cuatro de estos pacientes acabará padeciendo obesidad mórbida.


Cada vez más jóvenes


La tendencia es claramente al alza, máxime cuando cada vez se detecta más entre pacientes más jóvenes, lo que supone que, como todos los obesos mórbidos, haya aumentado 10 veces su riesgo de mortalidad respecto a cualquier otra persona, toda vez que esta patología está relacionada con una mortalidad precoz elevada. Se estima que los pacientes con esta enfermedad que se operan viven, de media, doce años más que aquellos que no son intervenidos.


La variedad de opciones que existen obligan a los especialistas a realizar una selección adecuada del tipo de intervención en función de las características de los pacientes. El Índice de Masa Corporal (IMC), es decir el peso en kilos dividido por la altura en metros al cuadrado, la edad, las condiciones anatómicas y las co-morbilidades asociadas (como la hipertensión, la diabetes, las cardiopatías, la artrosis severa o las patologías respiratorias) determinan la elección de la técnica. Una persona con un IMC entre 20 y 25 se considera normal; entre 25 y 30, con sobrepeso; entre 30 y 35, con obesidad en grado 1; entre 35 y 40, con obesidad en grado 2; y con más de 40 ya padece obesidad mórbida.


En cuanto a las técnicas, ninguna es eficaz al 100%, precisó el doctor Luján. "Cuanto más agresiva es la cirugía, mejores resultados se obtienen", indicó. Así, las cirugías restrictivas (se lleva a cabo en el estómago y produce una limitación de la ingesta), que son menos agresivas, experimentan éxito en un 50% de los casos aproximadamente. En el caso de las mixtas (cortar el estómago y el intestino) se obtienen buenos resultados a los 10 y 15 años de seguimiento del 70%, si bien tiene mayores complicaciones. Por último, la técnica malabsortiva, la más complicada, presenta los mejores resultados a largo plazo, pero también una mayor tasa de complicaciones, y puede alcanzar un 99% de éxitos.