DOS DÍAS EN ESPAÑA

El Papa destaca que España es "el país originario de la fe"

Benedicto XVI también ha señalado que es un país que ha desarrollado un "laicismo fuerte y agresivo". El Pontífice ya está en Barcelona y se aloja en el palacio episcopal de la ciudad.

Vista general de la plaza del Obradoiro
El Papa oficia una misa en la plaza del Obradoiro
EFE/CHEMA MOYA

El Papa y su séquito llegaron al palacio episcopal de la ciudad, donde pernoctarán y desde el que mañana partirán en papamóvil hacia la Sagrada Familia para celebrar la misa de consagración de este templo.


Benedicto XVI ha llegado a las 21:07 horas al aeropuerto de El Prat de Barcelona en un avión Airbus de Iberia procedente de Santiago de Compostela, y ha sido recibido por las principales autoridades catalanas.


El presidente de la Generalitat, José Montilla, el vicepresidente del gobierno catalán, Josep Lluís Carod-Rovira, el Delegado del Gobierno, Joan Rangel y los alcaldes de Barcelona y de El Prat de Llobregat, Jordi Hereu y Lluis Tejedor, respectivamente, así como el obispo de Sant Feliu, han dado la bienvenida al Santo Padre.


Tras este breve saludo, Benedicto XVI se ha trasladado, a las 21:20 horas, a bordo de un vehículo cerrado hasta el palacio episcopal de Barcelona.


Numerosos ciudadanos se concentran en los alrededores de la Plaza de la Catedral de Barcelona para recibir al Papa, si bien el protocolo del Vaticano ha previsto que el vehículo que le traslada se dirija directamente al interior del palacio episcopal, ubicado junto a esta plaza.


Con la llegada de los jóvenes al centro de Barcelona, a partir de las seis de la tarde, han aparecido los primeros cánticos entre los asistentes más madrugadores a la explanada de la plaza de la Catedral, que aguardaban la llegada del papa Benedicto XVI.


La de hoy es la primera visita que un Papa realiza a Barcelona en este siglo, ya que la última se produjo hace 28 años, cuando Juan Pablo II visitó la Ciudad Condal dentro de un periplo por varias ciudades españolas

En Santiago

El Papa se ganó el jubileo este sábado tras cumplir su deseo de peregrinar a Santiago de Compostela. La maratoriana jornada de la primera parada del segundo viaje a España de Benedicto XVI comenzó cuando su avión aterrizó en el aeropuerto de Lavacolla sobre las 11.30 horas.


En su primera intervención en España, el Sumo Pontífice recordó precisamente que acudía a la ciudad "como peregrino" para, más tarde en la homilía de la misa, confirmar su peregrinaje y pedir a Europa que "se abra a Dios.


El Príncipe Felipe, que recibió al Papa a pie de pista junto a la Princesa Letizia, le dio la bienvenida a "una ciudad que os espera con los brazos abiertos".


Posteriormente, tras un breve encuentro con los Príncipes y el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, el 'papamóvil' se dirigió a la catedral, donde se colgó una capa símbolo de los peregrinos con la concha de vieira, rezó ante la tumba del Apóstol y abrazó su busto.


Tras el almuerzo, Joseph Ratzinger, en el acto central de su visita, presidió en la Plaza del Obradoiro una multitudinaria misa ante unos 6.000 fieles.


El peregrinaje de Benedicto XVI por Santiago de Compostela comenzó a las 11.27 horas de la mañana del sábado cuando su avión aterrizó en el aeropuerto de Lavacolla pese a una mañana de intensa niebla. A pie de pista, los Príncipes de Asturias, Don Felipe y Doña Letizia, recibieron al sucesor de Pedro entre los aplausos del público asistente.


Posteriormente, en una breve recepción en el mismo aeropuerto, el Príncipe dio la bienvenida al Papa a "una ciudad que os espera con los brazos abiertos" y resaltó su "compromiso con la paz, la libertad y la dignidad del ser humano". El heredero de la Corona, asimismo, señaló que el Sumo Pontífice viene "como peregrino a transmitir un mensaje de fe, paz y esperanza".


Precisamente, en sus primeras palabras en tierras compostelanas, Joseph Ratzinger recordó, en perfecto castellano, que acude como peregrino para unirse a los caminantes que "fueron creando una vía de cultura, oración y conversión". "Vengo como peregrino este Año Santo Compostelano y traigo en el corazón el mismo amor a Cristo que movía al Apóstol Pablo a emprender sus viajes, ansiando llegar también a España", aseguró el Santo Padre.

"Un encuentro entre fe y laicismo"

No obstante, Joseh Razinger, antes de pisar territorio español, declaró a los periodistas que viajaban junto a él en el avión que debe haber "un encuentro entre fe y laicicidad" y no "un enfrentamiento" ya que, a su juicio, se están produciendo "momentos de choque".


Y es que, aunque el Papa reconoció durante el vuelo que España es el "país originario de la fe", advirtió que también desarrolló "a partir de los años 30, cuando los católicos fueron perseguidos un laicismo, un anticlericarismo, un secularismo fuerte y agresivo".


En el mismo aeropuerto, tras reunirse en privado con Sus Altezas los Príncipes de Asturias, el vicepresidente primero del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, mantuvo en un brevísimo encuentro "cordial" con el Santo Padre en el que ambos reafirmaron las buenas relaciones entre el Vaticano y España. El Papa también recibió al presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo.


Cuando se estaba desplazando desde el aeropuerto compostelano a la Catedral de Santiago, todavía en Lavacolla, el Sumo Pontífice rompió el protocolo para dejar que acercasen al 'papamóvil' tres bebés para poder bendecirles.


Tras salir finalmente del aeropuerto, llegó el baño de multitudes. En un ambiente festivo, con vanderines del Vaticano y Galicia y suelta de globos incluida, el 'papamóvil' recorrió once kilómetros, en un caluroso recibimiento de miles de fieles, antes de llegar a la catedral de Santiago de Compostela.


Vestido de peregrino

Ya en el templo, Joseph Ratzinger se ganó el jubileo al entrar por la Puerta Santa y cumplir con todos los rituales de los peregrinos en la catedral compostelana. Ataviado con una capa símbolo de los peregrinos con la concha de vieira, el Papa rezó ante la tumba del Apóstol y abrazó su busto, que preside el altar mayor del templo. Tanto en la salida como en la entrada al templo, Su Santidad saludó a los miles de fieles apostados en los alrededores de la catedral.


En su recorrido por los pasillos del templo, el Sumo Pontífice no escatimó saludos y bendiciones para los en torno a 700 invitados, entre los cuales había niños, inválidos y ancianos. El recorrido finalizó con el vuelo del tradicional botafumeiro, después de que el Papa dirigiese una oración comunitaria posterior a su intervención y a la del arzobispo de Santiago, monseñor Julián Barrio.


Precisamente, en esa intervención, el Papa confesó que, tras abrazar la "venerada imagen" del Apóstol Santiago, pidió "por todos los hijos de la Iglesia" y agradeció a los católicos españoles "la generosidad con que sostienen tantas instituciones de caridad y de promoción humana".


Además, "en este Año Santo Compostelano, como sucesor de Pedro", el Papa también ha querido "peregrinar a la casa del señor Santiago, que se apresta a celebrar el ochocientos aniversario de su consagración, para confirmar vuestra fe y avivar vuestra esperanza".


Tras su visita a la catedral, el Papa se dirigió al Palacio Episcopal para almorzar junto con su séquito personal, algunos cardenales, miembros del Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal y los obispos gallegos.


Tras un breve descanso, el Santo Padre retomó su agenda pública afrontando la última etapa de su visita a Santiago. El 'papamóvil' salió del Palacio Arzobispal hacia la Plaza del Obradoiro, lugar donde el Papa presidió una misa de unas dos horas de duración ante miles de fieles.

6.000 personas en la eucaristía

Unos 6.000 fieles siguieron en la Plaza del Obradoiro la eucaristía presidida por Benedicto XVI, concelebrada por 120 obispos, y a la que también asistieron los Príncipes de Asturias, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, el ministro de Fomento, José Blanco, y el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy.


Durante la homilía de la misa, en el acto central de su visita, Su Santidad volvió a repetir que llega a la ciudad como un peregrino más y manifestó que "Europa ha de abrirse a Dios" y "salir a su encuentro sin miedo".


"Europa ha de abrirse a dios, salir a su encuentro sin miedo, trabajar con su gracia por aquella dignidad del hombre que habían descubierto las mejores tradiciones", afirmó el Papa. Además, Ratzinger, confirmó que llega "como peregrino entre los peregrinos, acompañando a tantos como vienen hasta aquí sedientos de la fe en Cristo resucitado".

Reunión con Rajoy

Al término de la misa oficiada en el Obradoiro, Benedicto XVI recibió al presidente del PP, Mariano Rajoy, y mantuvo una breve conversación con el político. El líder de la oposición reveló que el encuentro con el sucesor de Pedro fue "muy bonito y muy emocionante".


Además, Rajoy y el Sumo Pontífice intercambiaron obsequios durante su encuentro. El líder del PP entregó a Benedicto XVI una Virgen Peregrina, patrona de Pontevedra, hecha de cerámica de Sargadelos. Por su parte, Su Santidad regaló a Mariano Rajoy y su mujer una medalla y un rosario conmemorativo de la visita del Pontífice.


Tras la breve recepción a Rajoy, el Papa partió hacia el aeropuerto, no sin antes ser despedido entre aplausos y consignas animadas por megafonía como "Viva el Papa", "Benedicto oé, oé, oé" o "Sí, sí, sí, nos vemos en Madrid".