ASTRONOMÍA

Cinco mil millones de años para la gran hecatombe en el sistema solar

La gran hecatombe en el sistema solar y la consecuente aniquilación de la Tierras no se producirá antes de que trascurran entre 3.000 y 5.000 millones de años. Ni Mercurio, ni Marte, ni Venus colisionarán con la Tierra antes de que trascurra ese vasto periodo de tiempo, según un estudio sobre la evolución del sistema solar publicado por la revista científica británica 'Nature'.


Tras haber simulado por ordenador 2.501 escenarios posibles en la evolución de las trayectorias de estos planetas, Jacques Laskar y Mickael Gastineau, del Observatorio de París, afirman que existe el 99% de posibilidades de que la Tierra y sus tres vecinos mantengan sus trayectorias alrededor del Sol sin entrechocar durante los próximos 5.000 millones de años. A partir de ahí, todo es posible, dada la naturaleza caótica del sistema solar.


Según la estimación de estos científicos, el Sol, que tiene unos 5.000 millones de años de edad, debería seguir brillando con su actual intensidad por otros 5.000 millones de años, antes de convertirse en un gigante rojo que empiece a crecer y engulla a Mercurio, Venus y, quizá, la Tierra y Marte.


Hasta ese momento, las colisiones entre planetas no parecen probables.

Basándose en el estudio de la Luna y en la teoría de la relatividad general de Albert Einstein, Jacques Laskar y su equipo del Instituto de Mecánica Celeste (IMCCE) realizaron simulaciones que sólo en el 1% de los casos llevaban a una colisión entre planetas, o entre éstos y el Sol, explica el Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS).


"En uno de esos escenarios, Marte pasa muy cerca de la Tierra", apenas a 800 kilómetros, pero será dentro de 3.340 millones de años, precisó Laskar. "Cuando se pasa tan cerca, es casi lo mismo que una colisión", agregó, destacando que algo así sería devastador para la Tierra.


El equipo realizó otras 200 simulaciones con otras tantas trayectorias de Marte, esta vez ligeramente modificadas.


Excepto en cinco casos en los que Marte salía fuera del sistema solar, el resto acababa en choques entre planetas o entre uno de ellos y el Sol, dentro de 3.340 millones de años.


En 29 casos, la Tierra chocaba con Marte, en 18 colisionaba con Venus y en uno sólo con Mercurio.


Este pequeño planeta, el más próximo al Sol, tiene además un papel determinante en la desestabilización de las órbitas del resto de planetas del sistema solar.