SERÁ FUNDAMENTAL PARA FUTUROS MICROSCOPIOS

Científicos españoles construyen el espejo "casi perfecto"

El espejo que usted tiene en el baño reflejará muy bien su bello rostro, pero... ¿y los átomos de helio? Los investigadores en nanociencia necesitan superfiles muy lisas para trabajar y una nueva superficie logra que hasta el 67% de los átomos de helio sean visibles.

Científicos españoles de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y del Instituto madrileño de Estudios Avanzados en Nanociencia (IMDEA- Nanociencia) han construido la superficie lisa jamás creada, un espejo "casi perfecto" fundamental para futuros microscopios de átomos, según informó el Servicio de Información y Noticias Científicas (SINC).


El trabajo, publicado en la revista 'Advanced Materials', muestra que este espejo de átomos estabilizado cuánticamente logra reflejar "extraordinariamente bien" la mayor parte de aquellos que inciden sobre él, mediante la utilización de materiales de espesor nanométrico cuyas propiedades están dominadas por efectos cuánticos.


El espejo se asemeja a una oblea curvada, aunque está compuesto por un delgado cristal de silicio, de unas 50 micras de espesor, y recubierto de una finísima capa de plomo, de uno ó dos nanómetros de grosor. Hasta ahora, los espejos fabricados únicamente con silicio reflejaban el uno por ciento de los átomos de helio (empleado para este tipo de estudios), pero al añadir la capa de plomo han logrado que se reflejen hasta el 67 por ciento.


Los expertos explican que la elaboración de este tipo de espejos es fundamental para poder fabricar los microscopios del futuro que serán de átomos. Por el momento, se emplean los electrónicos, que son los que consiguen mayores resoluciones a la hora de visualizar los objetos, pero que tienen el inconveniente de que los electrones acelerados que utilizan destruyen las muestras biológicas más delicadas, como las membranas celulares o ciertas estructuras proteicas.


El catedrático de Física responsable del proyecto, Rodolfo Miranda, recuerda que los átomos tienen una masa mucho mayor que los electrones. "Se puede conseguir que tengan su misma longitud de onda con una energía mucho menor, y esto permite observar cosas igual de pequeñas que las que se observan con un microscopio electrónico pero sin destruir lo que se está viendo", concluyó.