SIDA

Cerca de 1.500 nuevos casos de sida se registraron en España el año pasado, casi un 17 por ciento menos

Desde la generalización de los tratamientos antirretrovirales a mediados de los 90, la incidencia del sida ha experimentado un progresivo declive. Con todo, en España se estima que el año pasado se produjeron 1.464 nuevos casos de esta enfermedad provocada por el VIH, casi un 17 por ciento menos que el año anterior, de los que tres cuartas partes fueron hombres. España sigue entre los países europeos con mayor tasa de esta enfermedad. Desde el inicio de la epidemia en España se han notificado un total de 75.733 casos de sida.


El Registro Nacional de Casos de Sida refleja un año más la tendencia decreciente en la incidencia del sida tras la generalización de los tratamientos antirretrovirales a mediados de los 90. De acuerdo con los datos recogidos en el Registro Nacional de Casos de Sida a 31 de diciembre de 2007, los casos notificados en este año suponen un descenso del 78% respecto a los notificados en 1996. Así, según estos datos, se estima en 1.464 el total de nuevos casos diagnosticados en nuestro país en 2007. En relación a 2006, el balance de 2007 evidencia un descenso del 16,9%: un 16,3% entre los hombres y un 18,7% entre las mujeres. En total, el 78% de los nuevos casos ha recaído en hombres y la edad media al diagnóstico se mantiene en torno a los 40 años.


A pesar de estos resultados, España continúa siendo uno de los países con mayor incidencia de sida en Europa occidental. Por ello, el Ministerio de Sanidad insiste en la importancia del diagnóstico precoz de la infección por VIH como elemento clave, junto a las medidas preventivas, para avanzar en la reducción de la tasa, según datos oficiales difundidos hoy por el Ministerio de Sanidad.


En este sentido, desde la Secretaría del Plan Nacional sobre el Sida se recomienda encarecidamente la prueba del sida a las mujeres embarazadas y a las personas que hayan tenido conductas de riesgo en las relaciones sexuales y en el uso compartido de material para la inyección de drogas. Hacerse la prueba permite el diagnóstico precoz de la infección por VIH y es la condición esencial para mejorar el pronóstico y la calidad de vida de las personas infectadas. Es clave también para evitar la transmisión a otras personas.


Según los datos de 2007, disminuyen los diagnósticos de sida asociados al uso compartido de jeringuillas entre consumidores de drogas y por transmisión sexual. Sin embargo, esta tendencia refleja los patrones de transmisión del VIH de hace tiempo, no los actuales. Por ello, resulta imprescindible mantener y fomentar las medidas de prevención de la infección.


La mitad por relaciones sexuales sin protección


A lo largo de 2007, los casos atribuidos a relaciones sexuales no protegidas constituyeron el 46% del total: un 30% tuvo su origen en relaciones heterosexuales y un 16%, a las relaciones entre hombres. Por otro lado, el 43,7% de los casos corresponde al grupo de usuarios de drogas por vía parenteral, lo que supone una disminución del 15% en el número de nuevos diagnósticos respecto al año anterior. Dentro de esta categoría predominan los hombres (82%).


Hasta 1997, los casos de sida en personas con un país de origen distinto de España se mantuvieron en cifras bajas. A partir de esa fecha empezaron a aumentar como resultado de los patrones de inmigración. Aunque en 2007 esos casos representan un 19,3% de los diagnósticos de sida, el número absoluto se mantiene estable en los últimos tres años.


De los casos diagnosticados en 2007 en personas de otros países notificados hasta el momento, el 75% proceden de frica y Latinoamérica. Las relaciones heterosexuales constituyen la principal categoría de transmisión entre los subsaharianos y se corresponde con el 74% de los casos diagnosticados en 2007. Entre los latinoamericanos, el mecanismo de transmisión más frecuente también fueron las relaciones heterosexuales (54,8%), seguidas por las relaciones homosexuales entre hombres, que concentraron el 38,7% de los casos diagnosticados.


De acuerdo con el estudio sobre morbimortalidad de pacientes con infección por el VIH ingresados en los hospitales de Sistema Nacional de Salud durante el periodo 1999-2005, disminuye la proporción de hospitalizaciones debidas al VIH/sida y aumenta la de otras patologías no relacionadas directamente con esta infección. Así, a lo largo del periodo estudiado, se observa una tendencia creciente en la proporción de ingresos de pacientes con infección por VIH para los diagnósticos de lipodistrofia, cardiopatía isquémica, enfermedades cerebrovasculares, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y hepatitis vírica. En 2005, por ejemplo, el 32% de los ingresos en este grupo de pacientes corresponde al diagnóstico de hepatitis C crónica.


En lo que respecta a la infección por VIH como diagnóstico principal del alta hospitalaria, la tasa cayó un 39% a lo largo del periodo y pasó de constituir el 55% del total de las altas en el año 1999 al 38,4% en 2005. También descendió el porcentaje de ingresos por enfermedad definitoria de sida en el diagnóstico principal o secundario, que pasó del 36,8% en 1999 al 32,2% en 2005. Las patologías más frecuentes en este apartado fueron la tuberculosis y la neumonía por Pneumocystitis carinii, que, pese a su descenso en número y proporción, continúan siendo hoy las de más peso.