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"En la Casa Cuna no podemos vivir con tanta basura en la puerta"

De izquierda a derecha, Judith, Tania, Mª Ángeles (voluntaria) y Paloma, en la entrada al centro
"En la Casa Cuna no podemos vivir con tanta basura en la puerta"
E. P.

La imagen de desperdicios esparcidos junto a los contenedores de la calle de Fray Julián Garás, cerca del paseo de Cuéllar, en Zaragoza, se repite casi todas las mañanas. Se da la circunstancia, además, de que las basuras se depositan frente a la entrada de la Casa Cuna, un centro de acogida para mujeres embarazadas con dificultades socioeconómicas.

 

Actualmente viven en la casa 12 madres con sus bebés de entre 0 y 13 meses, tres jóvenes que darán a luz en los próximos días y otra que lo hará en seis meses. "Justo en la puerta de la Casa Cuna nos encontramos cada mañana con kilos de basura e incluso, en alguna ocasión, hemos tenido que apartar la suciedad para poder pasar con los carritos", relata la presidenta de Ainkaren, Teresa González, que lleva dos años enviando instancias al Ayuntamiento para solicitar el cambio de ubicación.

 

"Únicamente pedimos que estén a una distancia prudente de la puerta de entrada", insiste González. La asistenta social, Susana Gil, muestra la carta remitida a la junta de distrito el día 21 de octubre. "Han pasado tres meses y todavía no nos han contestado", critica.

 

Y mientras, "nuestro día a día es convivir con el mal olor, la falta de higiene? que en verano es insoportable", comenta Gil. Esta situación "es intolerable, teniendo en cuenta que aquí hay muchos niños pequeños".

 

En la Casa Cuna trabajan tres técnicos y, por lo menos, treinta voluntarias. Una de ellas, María Ángeles Baselga, cuenta que "las chicas vienen con el carro y con las ruedas pisan la suciedad, que después llega hasta la casa". Algunas usuarias coinciden con ella y mencionan que, en alguna ocasión, han tenido que cambiar de acera ante la acumulación de basura en la estrecha acera, de poco más de un metro.

 

María Pilar Franco, vicepresidenta y una de las fundadoras junto a Teresa González, apunta que "hace dos años los contenedores estaban al principio de la calle y al poco tiempo los trasladaron aquí".

 

"El problema -continúa la trabajadora social- es que algunas personas remueven la basura por la noche y sacan las bolsas al suelo y nosotros por la mañana nos encontramos esto así". Desde esta asociación solicitan a los responsables municipales trasladar los contenedores unos metros. "Nos da igual que estén en nuestra fachada mientras guarden una distancia prudente con la puerta de entrada a la Casa Cuna".

 

Sin embargo, fuentes municipales explicaron ayer que, aunque tienen constancia de las quejas procedentes de este centro de acogida, el criterio que siguen es que solo se cambian de lugar los contenedores en caso de que afecten a la seguridad vial o, si fuera preciso, por necesidades técnicas.