Llega el calor y con él se destierran al armario los abrigos, los jerseys y las chaquetas. Es entonces cuando sale a la luz un color de piel más que pálido y algún que otro michelín perfectamente disimulado durante el invierno por las capas extra. "A mí esto no me preocupa en exceso", comenta a la salida de un centro deportivo Cristina Martí. Pero lo cierto es que la Operación Biquini existe y ya está en marcha. Los gimnasios, las clínicas de estética y los establecimientos de rayos uva sufren estos meses uno de los mayores repuntes del año.

En un gimnasio del Actur aseguran que desde abril se ha notado mucho el aumento de clientes. "Y más que se notará en mayo", afirma uno de los monitores, que explica que normalmente se trata de gente que ya había estado apuntada pero que llevaba un tiempo sin ir. "Ahora con la amenaza del bañador se meten más caña", comenta. Elena Silva coincide más o menos con esta descripción: "Yo llevo apuntada desde hace un año, pero desde el mes pasado me estoy cuidando un poco más".

Sin embargo, los profesionales insisten en que en dos meses es imposible conseguir los resultados que muchos desean. Algo que sabe bien Cristina Martí que a la puerta de un céntrico gimnasio comenta: "Lo importante es cuidarse día a día para estar a gusto consigo mismo".

También a por el moreno

Aunque algunos insisten en echar mano de alguna ayuda extra. Los centros de adelgazamiento también se encuentran en plena actividad. "Se nota mucho cuando la gente se quita el abrigo, pero aún hay que esperar, porque a partir de ahora empezarán a probarse los biquinis", asegura la responsable del centro de Natur House situado en la calle de San Miguel, que afirma que en esta dinámica hay un problema: "La gente se pone a adelgazar en verano, pero lo ideal es que lo hicieran unos meses antes". Algo que sí ocurre, por ejemplo, con las depilaciones láser. "Yo empecé hace varios meses y ahora estoy acabando. Hay que hacerlo así porque mientras estás dándote las sesiones no puede darte el sol", comentó Alberto Roche en una de estas clínicas.

Sin embargo, el bañador no es la única amenaza ante la llegada del verano. El armario se llena de colores claros que lucen mejor estando un poco moreno. "Desde el mes de abril estamos atendiendo a unas 20 personas más en cada turno, tanto por la mañana como por la tarde", comentan en un centro de rayos uva del centro comercial Independencia. "La verdad es que se junta todo: la gente que tiene bodas y comuniones, los que se empiezan a ir de vacaciones y los que se preparan para irse más adelante", explican

Y en este establecimiento se encuentra la prueba de que la Operación Biquini no entiende de edades. Marina Almudí tiene 85 años y espera su turno para entrar en una de las cabinas. "Le doy una envidia a mi nieta...", bromea esta mujer.

Marina explica que en cuanto llega el buen tiempo le gusta verse un poco más morena. "Mis hijos son médicos y me dicen que cuide con estas cosas, pero es que yo me veo tan bien así", añade.