VOCABULARIO FARMACÉUTICO

Carlos García Costoya: "Hay quien pide 'Duralex' en la farmacia"

De tanto hablar para promocionar su libro, habrá tenido que tomar ‘angelitos’, digo Angileptol, para aliviar la garganta.

De momento, no, pero me estoy cuidando la voz para no acabar afónico.


Es una de las anécdotas que cuenta en su libro, como lo de pedir ‘delirio’ en vez de colirio, locutorio por colutorio… Parecen sacadas de un programa de monólogos. ¿La realidad supera la ficción?

Totalmente, de hecho esta mañana, en un medio aragonés, han hecho entrevistas a farmacéuticos y contaban anécdotas que merecerían estar en el libro, como pedir ‘erectil’ en vez de Viagra.


Hay algunos muy letrados, como el que pedía preservativos ‘consistentes’ para no seguir haciendo ‘corpore in sepulto’.

Sí, esa es buena, la confusión con ‘coitus interruptus’. Los que van de listos son los que más meten la pata. Hay quien pensaba que las mayores burradas se darían en los pueblos, pero se dan en las ciudades, sobre todo en el centro.


¿Recuerda alguna ocurrida en Zaragoza?

He procurado no especificar, pero una es la de la aspirina ‘quirvin’, refiriéndose a aspirinas que hierven, es decir, efervescentes.


Las sopas de letras se les da de maravilla a los farmacéuticos. Me cuenta una amiga que a una farmacéutica le pidieron ‘filipanda’ y, sin dudar, le entregó lo que quería: Lizipaína.

Hay muchos ejemplos de ese tipo. Hay tres grupos de confusiones, las más comunes son las terminológicas. Algunas se repiten en toda España, como el ‘Spiderman’ por Espidifen y el ‘Peter Pan’ por Primperán. Hay otras anécdotas que solo he oído una vez, pero tienen mucha gracia: el de la señora que pide "el trono del Cid", y quería Trombocid.


Una pomada de uso ‘eterno’ en vez de externo.

Ese es otro bloque, el de cómo se usan los medicamentos. Con los supositorios hay miles de anécdotas, desde el que se los come o pregunta cuantas veces puede utilizarse el de glicerina porque lo lavaba y se lo volvía a poner, o quien se lo pegaba con una tirita. Los preservativos también dan mucho juego: piden ‘Duralex’ en vez de Durex o ‘profiteroles’ en vez de profilácticos… Cuanto más finos quieren ser, más lo fastidian. Y nadie compra los preservativos en su farmacia de siempre.


Otro subgrupo sería quién utiliza el medicamento, como el hombre que se tomaba los anticonceptivos.

O el que va a pedir el test de embarazo y pregunta si la orina la pone él o ella. Y está el apartado del que no sabe el nombre y da pistas, como la señora que pide las pastillas de la amiga de la Pantoja. Se refería a las Zaldiar, y lo decía por Maite Zaldívar.


O la crema de Victoria Vera, en referencia al aloe vera.

En esa línea. Otra señora pidió algo para el ‘tiquis miquis’ porque lo había oído en la tele. Se refería al ‘anisakis’.


¿Quiénes protagonizan estas confusiones?

Sobre todo, los mayores y los jóvenes.