PROTESTA CON HUMOR

Boda y contraboda en el pazo de Meirás

La finca de la familia de Franco fue el escenario ayer de la boda de una bisnieta del dictador, Leticia Giménez-Arnau. Fuera del recinto, unas cuatrocientas personas parodiaron el enlace para pedir que lo que fue el pazo de Emilia Pardo Bazán vuelva al dominio público

Como estaba previsto, a las seis y media de la tarde de ayer, el pazo de Meirás (La Coruña) y su entorno acogieron las dos ceremonias previstas para esa hora. En el interior, 300 invitados celosamente protegidos de las curiosas miradas de paisanos y medios de comunicación asistían al enlace matrimonial de Leticia Giménez-Arnau Martínez-Bordiu, la bisnieta de Francisco Franco Bahamonde. Extramuros del recinto pacego, otro nutrido grupo de invitados escenificaba una boda paralela cargada de ironía y espíritu reivindicativo, representando personajes como el de un revivido dictador, ataviado con vestimenta de gala y escoltado por su guardia mora.


En el interior del recinto, que en plena guerra civil fue adquirido a los herederos de Emilia Pardo Bazán para ser regalado a Franco mediante una "suscripción popular", todo transcurrió con la normalidad propia de estos fastos. Mientras, fuera, la comparsa Os Maracos daba rienda suelta a su crítica al evento, invitando a empanada, tortilla y pulpo a las cuatrocientas personas reunidas allí. Del menú de la ceremonia intramuros no trascendió nada, probablemente a la espera de su descubrimiento en alguna edición de la prensa rosa. La policía, atenta y discreta en la medida de lo posible, vigilaba que nada amenazase el sentido del fasto de los Franco.


Pero la Comisión por la Recuperación de la Memoria Histórica de La Coruña, inspiradora de la "recreación" del exterior, había anunciado que no pretendía boicotear la ceremonia intramuros, sino simplemente expresar la reivindicación de que la que fue antigua residencia de la Pardo Bazán sea devuelta al dominio público. La peculiar forma en que, en pleno desarrollo de la guerra civil, se llevó a cabo la "suscripción popular" es la base para aquella reivindicación. Entonces, la cuestación resultó todo lo "voluntaria" que las circunstancias permitían, incluyendo el descuento en las nóminas de los funcionarios públicos de La Coruña, para conseguir la cantidad de dinero que se necesitaba para contentar a los propietarios del pazo, quienes tampoco debieron sentirse muy libres de acceder a la "expropiación".


Destinado a abrirse al público


La boda de la hija de Jimmy Giménez-Arnau y Merry Martínez-Bordiu, se celebró como estaba previsto con la normalidad propia del caso, si exceptuamos que el padre de la novia no estaba invitado. Giménez-Arnau se ha manifestado en varias ocasiones a favor de la devolución del pazo, en el que también él casó.


Se da la circunstancia, que algunos consideran poco casual, de que la boda de Leticia Giménez-Arnau se celebra justo una semana después de que la consejería de Cultura de la Xunta de Galicia iniciase el procedimiento para convertir el edificio en un monumento público declarándolo como Bien de Interés Cultural (BIC).


Con una resolución judicial amparando el procedimiento, tal declaración supone que, ya desde el pasado día 1, ninguna modificación puede llevarse a cabo en todo el ámbito del pazo, sin autorización expresa de la consejería. Además, la declaración como BIC supondrá su apertura al público, al menos cuatro días cada mes, aún contando con la oposición reiteradamente declarada de la familia Franco.


Los titulares del pazo pusieron numerosos obstáculos a la incoación del expediente de BIC. Estos reivindicaron siempre la condición de propiedad particular para impedir el acceso de los técnicos de la Xunta que debían analizar el edificio para determinar su posible interés público, hasta que una resolución judicial obligó, el pasado 17 de abril, a que se franquease el acceso de los técnicos.