ECOLOGÍA

Biólogos epañoles identifican el primer escarabajo 'bellotero'

El ¿Thorectes lusitanicus¿ del Parque de los Alcornocales (Cádiz) entierra bellotas para comérselas y generan así nuevas plantas.

Su nombre científico es ‘Thorectes lusitanicus’, pero seguro que en adelante será conocido como ‘escarabajo bellotero’, una vez que biólogos españoles han descubierto sus peculiares hábitos alimenticios. El bicho en cuestión entierra y come bellotas, que le surten de valiosos ácidos grasos esenciales y, de paso, permite el crecimiento de nuevas plantas en su entorno.


Se trata del primer coleóptero conocido capaz de arrastrar, consumir y enterrar bellotas de diferentes árboles del género ‘quercus’, alcornoques, robles y encinas. Una vez que ha conseguido enterrarlas parcialmente se las va comiendo. A veces las usa también como refugio frente a predadores, aves y roedores, una vez vacías.

 

El trabajo se realizó en el Parque Natural de los Alcornocales (Cádiz). Sus autores, con el biólogo Jorge M. Lobo, del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) al frente, atribuyen a estrategias de supervivencia este comportamiento inédito en una especie cuya dieta básica es más bien coprófaga – excrementos animales. Las bellotas –sus preferidas son las de alcornoque- les dan energía para pasar el invierno, resistencia contra el frío y un mayor desarrollo ovárico que mejora su reproducción.

Nuevos brotes


Esta ‘delicatessen’ para el escarabajo trae, además, efectos colaterales beneficiosos para la flora. A menudo el ‘T. Lusitanicus’ deja el embrión de la bellota intacto, de modo que muchas semillas pueden generar nuevos brotes arbóreos. “Aún necesitamos calcular qué porcentaje de las bellotas enterradas por escarabajos son capaces de generar nuevas plántulas, y conocer si la variación en la tasa de enterramiento y germinación depende de la composición vegetal y la presencia de vertebrados herbívoros”, explica Lobo, coautor del trabajo junto con los investigadores Teodoro Marañón, Ignacio Pérez y José Ramón Verdú.

 

El género ‘Thorectes’ tiene catalogadas hasta ahora 43 especies de escarabajos. Una veintena se encuentra en territorio íbero-balear, casi todas endémicas. Son ápteros –sin alas- y de ahí su escasa capacidad de dispersión territorial y su vulnerabilidad.