TRAGEDIA EN BARAJAS

Biografías truncadas

Sus nombres abandonarán pronto los espacios informativos. En cuestión de días Amalia, Sira, Mustaphá, Claudio, Kim, Yanina y tantos otros dejarán de ser tinta impresa, carne de titular, desplazados por una actualidad voraz y pródiga en desastres. Sus biografías truncadas contra el asfalto de Barajas volverán al anonimato. Sus familias les velarán en la intimidad y a solas lucharán por recomponer unas vidas tan rotas como el avión siniestrado. Hoy, sin embargo, parientes y amigos compartían su dolor con todo el país, desgranando las historias de sus muertos, las circunstancias que los sentaron en el vuelo JK 5022 de Spanair.


Como homenaje. Para que conste.


Una tragedia al cuadrado. Julia Fernández Manso y María Pilar Márquez Valle, vecinas de Toro (Zamora). Julia había enviudado hace dos meses. Sus dos hijos "pequeñitos", según una vecina, se criarán doblemente huérfanos. Eran cuñadas, esposa y hermana respectivamente de Vicente Fernández Manso, presidente de Pevafersa, una empresa de energías renovables radicadas en la localidad zamorana. Otro trabajador de su empresa, Sergio de la Riva, falleció en el mismo siniestro. La web de la compañía se abre hoy con un crespón negro en señal de luto.

El último 'sms'. "Amor, se me averió el avión". Rubén Santana Mateo envió este mensaje de móvil a su mujer antes del primer despegue fallido del vuelo JK5022. Deshecha en llanto, Carmen lo mostraba  a los periodistas congregados en el hotel madrileño donde se alojan las familias de las víctimas. Su hijo Rubén, de 22, explicó que su madre había telefoneado al padre para decirle que se bajara del avión y tomara otro vuelo. Rubén padre le contestó que no se permitía bajar a los pasajeros. Fueron sus últimas palabras.

Una familia aniquilada. En Viso del Marqués (Ciudad Real) el Ayuntamiento ha decretado dos días de luto oficial. Ha perdido a una familia entera. Baldomero Prados Almodóvar, su esposa Carmen Cebrián Valverde y sus hijos Ignacio, 16 años, y José Francisco, de 19. Este último aún no ha sido identificado entre los cadáveres, aunque no está entre los 19 supervivientes. El cabeza de familia era muy popular en el pueblo por su afición a la caza. "Ahora que se había abierto la veda se le veía mucho por el campo. Era mi amigo y compañero de juego desde la infancia", afirma entre lágrimas el teniente de alcalde de Viso, Benito Huertas.

 Malas y buenas noticias. En Torralba de Calatrava (Ciudad Real) los vecinos siguen minuto a minuto la evolución de uno de sus vecinos más pequeños, Jesús Alfredo Acosta Mendiola, de 8 años. Ha sido uno de los pocos supervivientes de la tragedia. Su madre, Gregoria Mendiola Rodríguez, fue dada por muerta, pero ha salido del coma aunque persiste su gravedad. Lo peor es la muerte del padre, Alfredo Acosta Sierra, de origen colombiano. Gregoria regresó a su pueblo hace tres años junto a su marido y su hijo y estaban perfectamente integrados en la vida diaria de la localidad, según su alcaldesa.

De nuevo Ciudad Real. José Alcázar y María Victoria Asensio y sus hijas, Inmaculada y Nieves, de 15 y 19 años, nunca habían tomado un avión y jamás podrán volver a hacerlo, porque todos han muerto. El vuelo JK5022 era su estreno y fue su tumba. Todos murieron. Los abuelos de Inmaculada y Nieves han necesitado ayuda psicológica y el abuelo tuvo que ser ingresado en un hospital por una fuerte subida de tensión. "Ha sido un palo muy gordo para el pueblo y las ferias que iban a comenzar este fin de semana van a ser muy tristes", declaró el alcalde de Almagro, Luis Maldonado. El pueblo ha decretado tres días de luto oficial.

Desaparece otra familia. El municipio de Alamillo (Ciudad Real) vive consternado. Laudencio García Martín, su esposa y sus dos hijos de 14 y 16 años, nunca volverán a su localidad natal. Solían desplazarse siempre que podían desde Las Palmas de Gran Canaria, donde Laudencio ejercía como profesor. Sus vecinos aún lo recuerdan como un brillante jugador de fútbol del equipo local hace años.


Un hijo futbolista. Antoaneta Stanimirova, de nacionalidad búlgara, había viajado a Madrid porque su hijo, de 15 años, ha sido invitado a jugar como cadete en uno de los equipos juveniles del Real Madrid, procedente de la Unión Deportiva Las Palmas.

Las vacaciones del padre Claudio. El misionero Claudio Ojeda Pérez volvía a su Canarias natal para unas vacaciones merecidas al lado de su familia. Llevaba dos años largos sin pisar España, absorbido por su labor pastoral en Camerún. Su sobrino Luis le rendía un sentido homenaje: "Para mí siempre va a ser una estrella".  Cooperativismo agrario. José Joaquín Pérez de Obanos, navarro de 61 años, impulsor del cooperativismo agrario en Navarra y en España -era el presidente de la Confederación de Cooperativas Agrarias- iba a viajar a Canarias este jueves para unos días de vacaciones, pero adelantó un día el vuelo. Sus familiares y amigos se alarmaron al no obtener respuesta a las llamadas a su teléfono móvil. Pérez de Obanos era agricultor en su pueblo natal, Liédena, una pequeña localidad de la que fue alcalde. Fue diputado del Parlamento de Navarra en la candidatura de los socialistas navarros. Su otra pasión era el ciclismo. Trabajó en el equipo Banesto, en los tiempos en los que su amigo Miguel Indurain obtenía sus mejores triunfos y formó parte de la organización del final de etapa del Tour de Francia en Pamplona, en 1996.

Luna de miel sin epílogo. Ronaldo Gomes Silva y Yanina Celis Dibowsky se había casado en Sao Paulo el 3 de julio. Brasileño y española. Viajaban a Canarias para conocer a la familia de la novia. Gomes Silva tenía 25 años y un sueño, volver al Reino Unido esta vez con papeles, como europeo de pleno derecho.

Un bautizo trágico. Los hermanos Javier y María Nuñez viajaban con la pareja de él, Zenaida Hernández, y el bebé de ambos. Iban a Canarias a bautizar al pequeño. Les acompañaban varios amigos y vecinos del pueblo de Calzada de Coto, en León. Su alcalde, familiar de los hermanos, tuvo que viajar a Madrid para las pruebas de ADN.