El Gobierno aragonés prevé que la campaña contra incendios de 2008, cuyo comienzo se adelantó al 1 de marzo, sea "dura y problemática" a causa de la sequedad acumulada tras años de sequía estructural que afecta al conjunto del país.

Así lo aseguró a los medios de comunicación el consejero de Medio Ambiente, Alfredo Boné, antes de presidir en Huesca una reunión del Patronato del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, convocada para informar de las subvenciones concedidas por el Estado a la zona de influencia socioeconómica del parque. Boné explicó que la evolución de la sequía y la sequedad de la mayor parte de la Comunidad autónoma ha obligado a adelantar la campaña, a prohibir la quema de rastrojos y a poner en marcha campañas informativas con las organizaciones agrarias para solicitar su colaboración.

Según el titular de Medio Ambiente, "en el 92 por ciento de nuestro territorio llueve hacia el cielo, es decir, se pierde más agua de la que se absorbe, y esto va generando un efecto acumulativo año tras año que hace que las campañas de incendios sean todas muy problemáticas".

Alfredo Boné hizo un llamamiento a la ciudadanía para solicitar su "ayuda y colaboración" en la lucha contra el fuego, aunque se mostró esperanzado en la posibilidad de que durante la primavera se produzcan lluvias que "calen en el subsuelo y permitan recuperar los acuíferos".

Destacó a este respecto que las últimas lluvias registradas en el norte del país "no sirven más que para producir avenidas como la que ha registrado el Ebro, que no sirve ni para llenar los embalses".