«La peor de las actitudes es la indiferencia, el decir 'yo no puedo hacer nada, yo me las apaño'». Este es un fragmento del libro 'Indignaos', de Stéphane Hessel, al que muchos 'culpan' del aumento de las movilizaciones sociales en Francia. En España, en las últimas semanas parece que 'algo' ha empezado a moverse. La sociedad zaragozana, por ejemplo, se prepara para alzar la voz en dos grandes manifestaciones que tendrán lugar en mayo.

Francisco Morales es el responsable de la marcha '¡Democracia real YA!' en Zaragoza, una plataforma que alzará la voz en una decena de ciudades españoles en mayo. «Me apunté hace un mes más o menos. Navegando por internet llegué a la página de esta plataforma y decidí apuntarme. Estaba cansado de hablar siempre con los amigos de la situación que vivimos y de no hacer nada», dice Francisco, actualmente desempleado.

La marcha está prevista para el próximo 15 de mayo a las 18.00. Partirá de la plaza Basilio Paraíso para llegar, a través del Paseo de Independencia, a la plaza de España, desde donde irá a parar a la plaza del Pilar discurriendo por el Coso y la calle Alfonso. La última parada de la marcha será la Delegación del Gobierno.

El peso de la organización ya no lo lleva solo Francisco, unas siete personas se han unido a él en los últimos días para sacar el evento adelante «con muy pocos medios», cuenta. En el grupo no solo hay desempleados, también gente con trabajo disconforme con la situación actual. «Nos hemos reunido un par de veces en un bar y en casa de una pareja joven que también participa en la organización. Estamos un poco perdidos sobre cómo debemos abordar la manifestación, son muchas cosas», explica.

Francisco cuenta que se aún no se han movido demasiado, pero ya han atendido a mucha gente interesada. Movilizan sobre todo a través de las redes sociales, pero en los próximos días empezaran a pegar carteles y a repartir panfletos, además contactarán con distintos colectivos sociales de la ciudad. «Somos optimistas con la participación, si no no lo haríamos. Además, ya no tenemos nada que perder», enfatiza Francisco.

«Los aragoneses no somos una de las regiones que más se moviliza, pero es que existe una crisis de la movilización generalizada», explica José Miguel Capapé, responsable de movilización social de Intermon Oxfam Aragón, confirmando los temores de Francisco. «Tenemos que recuperar la sensación de que movilizarse sirve para algo», continúa.

Sin embargo, Capapé sostiene que el desencantamiento que ha traido esta crisis «está favoreciendo de nuevo la movilización». Y los datos le dan la razón. El pasado 10 de abril Intermon Oxfam celebraba en la plaza del Pilar su ya tradicional Día de la Solidaridad, este año con el lema 'Que no paguen los de siempre'. «A la plaza acudieron unas 7.000 personas y hubo más de 1.000 firmas para pedir la tasa Robin Hood -tasa que gravaría el 0,05% de las transacciones financieras internacionales para evitar la especulación-», cuenta Capapé.

Más actos de protesta

También el 15 de mayo a las calles de Zaragoza acudirán varias decenas de colectivos sociales de toda la geografía aragonesa. El objetivo de esta protesta será mostrar «las luchas de la izquierda social y medioambiental aragonesa». La marcha recorrerá el centro de la ciudad y «reunirá a todos los aragoneses descontentos con la situación que vivimos en la actualidad», según recoge la web del Sindicato Obrero Aragonés-Sendicato d'os Treballadors/as d'Aragón (SOA-STA), que participará en la marcha.

La tarde del sábado 14, los asistentes a este acto ya habrán calentado motores, pues las diferentes plataformas y colectivos aragoneses convocantes «mostrarán a la ciudadanía sus problemas, cómo les afectan determinadas actuaciones neoliberales y cuáles son sus propuestas para salir de esta crisis», según el mismo portal web.

Estas acciones reivindicativas de una mayor conciencia social no serán las primeras que vea la capital aragonesa este 2011. El pasado 8 de abril, un grupo de jóvenes invadía las instalaciones de una entidad bancaria y montaba una performance al ritmo de una batucada. Al grito de 'la banca es la culpable de la crisis' los jóvenes asombraron a los trabajadores y a los clientes de la entidad durante unos minutos. Cuando terminaron su actuación se fueron por donde vinieron.

«Estas manifestaciones son la única forma que tenemos para que los políticos y los banqueros, los más culpables, nos vean y nos escuchen», sostiene Francisco. «Es hora de despertar», finaliza.