A QUEMARROPA

Alaska: «Me desnudaría en una portada, pero que se den prisa»

La diva del pop español habla para Heraldo sobre su lado más personal.

Alaska dice que sería «igual de divina trabajando en un súper»
Alaska: «Me desnudaría en una portada, pero que se den prisa»
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Su nombre artístico suena a hielo, ¿es fría?


No creo, aunque lo de pasional y latina tampoco me lo trabajo mucho.


Tras el 'reality' su marido le empieza a hacer sombra...


¡Ojalá! No hay problema de egos; cada uno es muy diferente.


Lo que sí es una mujer fiel...


Se ve que yo soy de larga duración. Soy de las que disfruta más cuando conoce a las personas.


Menos mal que un adivino le dijo que con Mario Vaquerizo solo iba a durar un año...


Verdad. ¡Menos mal! (Risas).


Ya son casi nuestros Tommy Lee y Pamela Anderson.


¡Ya quisiéramos nosotros! ¡Qué maravilla que nos comparen!


¿Le queda algún hueco o pared libre en su casa después de lo que han mostrado?


No, no queda. De hecho, estamos haciendo una casa nueva y ya tenemos guardados todos los cuadros que irán en ella.


Lo suyo es el barroquismo en todo, ¿no?


Sí, no sé en qué no podría gustarme. Más es más y punto. No comprendo eso de menos es más.


Lo que no entiendo es que no pida autógrafos a sus ídolos y después los compre por eBay...


¡Es que me da un corte horroroso! Por eso valoro a quienes son capaces de pedírmelos.


¿A qué santos reza?


Tenemos un gran santoral en casa. Yo he sido mucho de Santa Rita, patrona de los imposibles.


Después del 'docureality', ¿saltaría a la isla o a 'Gran Hermano'?


Me llaman todos los años de todos. No tengo nada contra el formato, pero cuando tienes trabajo es imposible retirarte tres meses.


Lleva a dieta desde los 12 años, ¿no sería mejor una liposucción?


Estaría muy bien, pero yo no tengo grasa localizada. Tengo gordura general cuando engordo y delgadez general cuando adelgazo.


¿Se desnudaría en una portada?


Por supuesto. Me divierte muchísimo, porque como yo no soy el prototipo de guapa... Normalmente a las chicas guapas les da mucho pudor porque quieren que se las tome en serio, pero como yo no tengo ese perfil, pues no tengo ningún pudor moral de que no me tomen en serio. Además a mí me parece que la fotografía erótica es una de las buenas cosas del siglo XX.


Como se enteren le van a poner el cheque encima de la mesa rápidamente...


Pues tengo 47 años, como no se den prisa... (risas).


Pero usted sigue quemando la noche...


No especialmente. Me ha cambiado el biorritmo. Antes tenía que hacerlo todo de noche: escribir, leer, estudiar... y ahora lo tengo que hacer todo a las seis de la mañana. Me levanto a esa hora o directamente no me he acostado... aunque en mi semana hay días muy distintos.


¿Ya le gusta cuando escucha su música en las discotecas?


Me da corte, aunque me encanta que suene.


¿Le dio corte enterarse de que estaba en un 'book' de una agencia de contactos?


Me hizo mucha gracia. Si yo fuera un bombón-cañón de esos, a lo mejor me hubiera preocupado por mi reputación, pero ¿quién iba a pedirme a mí?


Dice que hubiera sido igual de divina como reponedora de supermercado, ¿aún lo piensa?


Claro. Mi imagen no tiene que ver con mi trabajo, tiene que ver con que soy así, y sería igual de divina como reponedora de supermercado.


¿Cómo quién le gustaría envejecer?


Como Sara Montiel, Marlene Dietrich... como las grandes. Pido mucho, lo sé.


¿Y presentaría 'Cine de Barrio'?


Me encantaría porque lo sigo. Es una época del cine maravillosa. Soy muy cinéfila de esos años.


¿Qué le gustaría que dejasen escrito en su lápida?


Básicamente nada. No quiero lápida; cuando no esté aquí, para qué quiero que me recuerden.