Las últimas lluvias no suman a los embalses, que caen al 47,4% de su capacidad total

El aumento de la demanda, la evaporación y la torrencialidad explican que, pese a las precipitaciones, la reserva siga cayendo a sus peores registros.

Estado del embalse de Mediano, donde ya es visible toda la iglesia, el pasado domingo
Estado del embalse de Mediano, donde ya es visible toda la iglesia.
Javier Navarro

Las precipitaciones que afectaron de forma considerable esta semana a toda la Península no han contribuido a frenar el descenso en los embalses, que esta semana han perdido 52 hectómetros cúbicos de su capacidad (0,1%), de modo que en la actualidad la reserva hídrica cuenta con 26.588 hectómetros cúbicos de agua embalsada, por lo que están al 47,4 por ciento de su capacidad total.

Esta semana las mayor cantidad de precipitación se recogió en Teruel, con 78,6 litros por metro cuadrado.

Con estos datos, la reserva está cerca de un 30% por debajo de la media de agua embalsada en los últimos diez años, aunque la distancia se acorta respecto al volumen de agua de hace un año, cuando apenas tenían un 3,27%, exactamente 901 hectómetros cúbicos más.

Por ámbitos, la reserva se encuentra al 87,7 por ciento, Cantábrico Oriental; al 89%, Cantábrico occidental; al 71,6%, Miño-Sil; al 79,2%, Galicia-costa; al 81%, las cuencas internas del País Vasco; al 64,4% el Duero; al 58,8%, el Tajo; Segura, al 58,3% y al 69%, el Tinto, Odiel y Piedras.

Sin embargo, están por debajo de la mitad de su capacidad total el Guadiana, que está al 31,8%; Guadalete-Barbate, que está al 24,7%; Guadalquivir, al 23,9%; la cuenca mediterránea Andaluza al 34,3%; Segura, al 36,1%, Ebro, al 48,7% y las cuencas internas de Cataluña, están al 25,8%.

Por tipo de embalses, los de uso consuntivo, es decir los destinados a agua para consumo y regadío, están al 39,24% de su capacidad, que son 15.170 hectómetros cúbicos. Mientras, los de uso hidroeléctrico están al 65,9% de su capacidad total, que son 11.470 hectómetros cúbicos.

Para encontrar los embalses en un nivel inferior en la semana 23 del año habría que remontarse 31 años, hasta 1992, cuando la reserva hídrica estaba al 46,58% de su capacidad. Así, en la actualidad este es el segundo año con menos agua embalsada en esta misma semana desde que hay registros, según los datos históricos del Ministerio a los que ha tenido acceso Europa Press.

Pese a que el mes de mayo fue normal en cuanto a precipitaciones, con un valor medio de 60 litros por metro cuadrado, que incluso superan en seis puntos porcentuales el valor normal, el portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), Rubén del Campo, ha explicado a Europa Press el por qué las lluvias considerables y generalizadas no han logrado elevar la reserva de agua embalsada que sigue mermando una semana más.

En concreto, indica que en balance hay más salida de agua que entrada, por eso a pesar de las precipitaciones los embalses siguen bajando. Además, ha destacado que durante los últimos siete días las precipitaciones han sido en forma de chubascos, sobre todo por la tarde, acompañados de tormenta y en algunos casos, localmente fuertes.

De ese modo, precisa que, por un lado no se ha tratado de lluvias continuas que hayan regado toda la superficie durante varios días o semanas, sino más bien chubascos, cortos pero intensos, que no penetran tanto en el suelo y además no tienen por qué caer en las cabeceras de las cuencas.

Otras razones por la que las precipitaciones no logran que la reserva crezca está en la evaporación, que ahora es más intensa que en invierno y, sobre todo, por la demanda de agua, que también ha crecido sin que "probablemente, lo que ha llovido no haya sido suficiente para recargar la reserva hídrica en general". No obstante, recuerda que en algunas zonas concretas sí se ha frenado "algo" ese descenso, sobre todo en el sureste.

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