De 400 a 900 euros para la vestimenta cofrade y hasta 2.700 para una 'manola'

Para participar en las procesiones hay que pertenecer a una cofradía, pagar una cuota anual y llevar la indumentaria marcada por la junta de gobierno.

Imágenes de la procesión del Santo Encuentro celebrada en Barbastro
Imágenes de la procesión del Santo Encuentro celebrada en Barbastro
José Luis Pano

A cinco días del Domingo de Ramos, en muchos hogares aragoneses ya están preparadas las túnicas, capirotes e instrumentos que procesionarán durante la Semana Santa o los que servirán para romper la hora en el Bajo Aragón, pero quien tenga que renovar su indumentaria deberá hacer un desembolso que va desde los 400 a los 900 euros en el caso de los cofrades y que en el de las 'manolas' puede dispararse hasta los 2.700 si se opta por una mantilla hecha a mano.

La Unión de Consumidores de Aragón ha hecho público un estudio que ha realizado sobre el coste de ser cofrade, y que se centra fundamentalmente en la indumentaria que los cofrades lucirán en las procesiones entre el día 1 de abril, Domingo de Ramos, y el 9, Domingo de Resurrección.

Para participar en las procesiones hay que pertenecer a una cofradía, pagar una cuota anual y llevar la indumentaria marcada por la junta de gobierno, algo que supone un desembolso inicial elevado.

La indumentaria de los penitentes se compone de túnica y cíngulo para anudar a la cintura y capirote, tercerol o bonete para cubrir la cabeza, mientras que algunas cofradías también llevan capa. Guantes, medallas, escapularios, pantalón y zapatos negros componen el atuendo.

Si se opta por la opción más económica, según los cálculos de Ucaragón, el desembolso llega a los 400 euros, pero puede elevarse hasta los 900.

El coste de una túnica de algodón oscila entre 150 y 250 euros, mientras que una de terciopelo está entre los 300 y los 400. Si en la cofradía en cuestión se lleva capa, esta se puede adquirir por entre 200 y 300. A ello hay que sumar el cíngulo (de 45 a 55); el capirote o tercelol (de 40 a 45), los guantes (3,5 euros si son de algodón, 30 si son de piel), las aplicaciones bordadas (entre 5 y 60 euros) y la medalla y el cordón (entre 15 y 25).

La indumentaria de los costaleros, que portan el paso procesional, requiere llevar fajas lumbares con refuerzo (de 30 a 40 euros); un fajín de hilo (de 15 a 20), un costal para la cabeza (de 20 a 35) y una morcilla, la almohadilla que se introduce en el costal para proteger el cuello (de 7 a 10).

En las procesiones también salen las conocidas como 'manolas', mujeres vestidas de negro y con mantilla.

Además del vestido negro, con medias y zapatos también negros, el mayor desembolso en este caso tiene que ver con la mantilla, que oscila entre 100 y 250 euros si está confeccionada a máquina y entre 600 y 2.500 si se opta por una bordada a mano.

El coste de la peineta va a 40 a 95 euros, el broche para la peineta de 20 a 50 y los guantes de rejilla oscilan entre 25 y 35.

Las personas que pertenecen a las secciones de instrumentos de percusión tienen que añadir el coste o bien del tambor (de 175 a 350 euros), o del bombo (de 130 a 250) o del timbal (180 euros si es de cuerdas o 230 si es de varillas metálicas).

Las baquetas cuestan entre 7 y 12 euros, la maza el bombo entre 20 y 42 y las bandoleras y correas oscilan entre 30 y 35.

Otros instrumentos son las matracas (60 euros), las carraclas (30), las cornetas (entre 150 y 400) y las trompetas (desde 250).

Además, las cofradías deben de asumir el gasto de las flores y velas que adornan los pasos.

Todo ello, según Ucaragón, genera un nicho de mercado que termina repercutiendo de forma positiva en la actividad económica aragonesa. 

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