De 400 a 900 euros para la vestimenta cofrade y hasta 2.700 para una 'manola'
Para participar en las procesiones hay que pertenecer a una cofradía, pagar una cuota anual y llevar la indumentaria marcada por la junta de gobierno.

A cinco días del Domingo de Ramos, en muchos hogares aragoneses ya están preparadas las túnicas, capirotes e instrumentos que procesionarán durante la Semana Santa o los que servirán para romper la hora en el Bajo Aragón, pero quien tenga que renovar su indumentaria deberá hacer un desembolso que va desde los 400 a los 900 euros en el caso de los cofrades y que en el de las 'manolas' puede dispararse hasta los 2.700 si se opta por una mantilla hecha a mano.
La Unión de Consumidores de Aragón ha hecho público un estudio que ha realizado sobre el coste de ser cofrade, y que se centra fundamentalmente en la indumentaria que los cofrades lucirán en las procesiones entre el día 1 de abril, Domingo de Ramos, y el 9, Domingo de Resurrección.
Para participar en las procesiones hay que pertenecer a una cofradía, pagar una cuota anual y llevar la indumentaria marcada por la junta de gobierno, algo que supone un desembolso inicial elevado.
La indumentaria de los penitentes se compone de túnica y cíngulo para anudar a la cintura y capirote, tercerol o bonete para cubrir la cabeza, mientras que algunas cofradías también llevan capa. Guantes, medallas, escapularios, pantalón y zapatos negros componen el atuendo.
Si se opta por la opción más económica, según los cálculos de Ucaragón, el desembolso llega a los 400 euros, pero puede elevarse hasta los 900.
El coste de una túnica de algodón oscila entre 150 y 250 euros, mientras que una de terciopelo está entre los 300 y los 400. Si en la cofradía en cuestión se lleva capa, esta se puede adquirir por entre 200 y 300. A ello hay que sumar el cíngulo (de 45 a 55); el capirote o tercelol (de 40 a 45), los guantes (3,5 euros si son de algodón, 30 si son de piel), las aplicaciones bordadas (entre 5 y 60 euros) y la medalla y el cordón (entre 15 y 25).
La indumentaria de los costaleros, que portan el paso procesional, requiere llevar fajas lumbares con refuerzo (de 30 a 40 euros); un fajín de hilo (de 15 a 20), un costal para la cabeza (de 20 a 35) y una morcilla, la almohadilla que se introduce en el costal para proteger el cuello (de 7 a 10).
En las procesiones también salen las conocidas como 'manolas', mujeres vestidas de negro y con mantilla.
Además del vestido negro, con medias y zapatos también negros, el mayor desembolso en este caso tiene que ver con la mantilla, que oscila entre 100 y 250 euros si está confeccionada a máquina y entre 600 y 2.500 si se opta por una bordada a mano.
El coste de la peineta va a 40 a 95 euros, el broche para la peineta de 20 a 50 y los guantes de rejilla oscilan entre 25 y 35.
Las personas que pertenecen a las secciones de instrumentos de percusión tienen que añadir el coste o bien del tambor (de 175 a 350 euros), o del bombo (de 130 a 250) o del timbal (180 euros si es de cuerdas o 230 si es de varillas metálicas).
Las baquetas cuestan entre 7 y 12 euros, la maza el bombo entre 20 y 42 y las bandoleras y correas oscilan entre 30 y 35.
Otros instrumentos son las matracas (60 euros), las carraclas (30), las cornetas (entre 150 y 400) y las trompetas (desde 250).
Además, las cofradías deben de asumir el gasto de las flores y velas que adornan los pasos.
Todo ello, según Ucaragón, genera un nicho de mercado que termina repercutiendo de forma positiva en la actividad económica aragonesa.