tendencias

De matusalenes jóvenes a bellezones maduros: ¿envejecemos mejor ahora?

Los 50 años de hoy no son los de antes. Aunque objetivamente hablando el tiempo pase siempre igual, hay personas a las que parece que esta dimensión física no les afecta de la misma manera.

Gif matusalén
Algunos ejemplos de cómo antes las personas aparentaban más edad de la que tenían.
Heraldo

Seguro que alguna vez, viendo una película antigua o un álbum de fotos familiar, te has preguntado qué edad tendría un famoso, o tu propio antepasado. Y seguramente te hayas sorprendido con la respuesta. ¿Por qué la gente antes parecía mayor de lo que realmente era? ¿Envejecemos más despacio ahora?

Y es que los 50 años de hoy no son los de antes. Aunque objetivamente hablando el tiempo pase siempre igual, hay personas a las que parece que esta dimensión física no les afecta de la misma manera.

Hay casos muy conocidos de gente famosa que aparenta menos edad de la que realmente tiene, como Brad Pitt, que a pesar de tener 59 años podría confundirse sin problemas con una persona de 40. O Tom Cuise, que a sus 60 ‘tacos’ sigue manteniendo un cutis sorprendentemente joven, amén de que prefiere poner su vida en peligro a tener un doble en las películas que protagoniza. En las que no se pasa todo el rato sentado en una silla, precisamente.

Brad Pitt y Tom Cruise, sesentones de muy buen ver.
Brad Pitt y Tom Cruise, sesentones de muy buen ver.
Heraldo

Pactos con el diablo también parecen haber hecho ellas. Meryl Streep (73 años), Julia Roberts (55) o Uma Thurman (52), por poner solo algunos ejemplos, parecen desafiar el paso del tiempo y ser inmunes a sus previsibles estragos.

Julia Roberts, Meryl Streep y Una Thurman.
Julia Roberts, Meryl Streep y Una Thurman.
Heraldo

Por el contrario, actores de la época dorada de Hollywood, como Walter Matthau, Jack Lemmon o Humphrey Bogart, parecían mucho mayores de lo que realmente eran. Los dos primeros tenían 48 y 43 años, respectivamente, cuando protagonizaron ‘La extraña pareja’ en 1968, mientras que ‘Boggie’ tenía 42 al rodar ‘El halcón maltés’ en 1941.

Jack Lemmon y Walter Matthau en 'La extraña pareja', y Humphrey Bogart en 'El halcón maltés'.
Jack Lemmon y Walter Matthau en 'La extraña pareja', y Humphrey Bogart en 'El halcón maltés'.
Heraldo

Recordar, asimismo, que Ava Gardner había cumplido los 31 en ‘Mogambo’ (1953), Katharine Hepburn 33 en ‘Historias de Filadelfia’ (1940) y Rita Hayworth 28 en ‘Gilda’ (1946). Aunque su belleza quedaba fuera de toda duda y las tres estaban en pleno esplendor físico y vital, los usos y costumbres de la época ponían años, y no pocos, a su aspecto general.

Ava Gardner en 'Mogambo', Katharine Hepburn en 'Historias de Filadelfia' y Rita Hayworth en 'Gilda'.
Ava Gardner en 'Mogambo', Katharine Hepburn en 'Historias de Filadelfia' y Rita Hayworth en 'Gilda'.
Heraldo

¿Y en clave patria?

Por estos lares también se dan casos como los arriba citados. José Coronado tiene 65, y nadie lo diría. Aitana Sánchez Gijón, 54; Antonio de la Torre, 55; Maribel Verdú, 52, los mismos que Ernesto Alterio. Emma Suárez ha cumplido 58, mientras que Ana Belén defiende estupendamente sus 71.

José Coronado, Antonio de la Torre, Emma Suárez, Maribel Verdú, Ana Belén y Aitana Sánchez Gijón.
José Coronado, Antonio de la Torre, Emma Suárez, Maribel Verdú, Ana Belén y Aitana Sánchez Gijón.
Heraldo

En contraposición, Paco Martínez Soria, nacido en 1902 en Tarazona (Zaragoza), tenía casi la misma edad que Coronado cuando rodó ‘La ciudad no es para mí’, y las diferencias de aspecto entre ambos son obvias, más allá de la caracterización. Concha Velasco, por su parte, era una jovencita de 19 años en ‘Las chicas de la Cruz Roja’ (1958), mientras que el gran José Sazatornil ‘Saza’, un secundario de lujo del cine español del siglo XX, tenía 53 en ‘La escopeta nacional’, película de 1978. Para rematar, recordar que Antonio Ferrandis interpretó al entrañable Chanquete de ‘Verano azul’ en 1981 con apenas 60.

Paco Martínez Soria en 'La ciudad no es para mí', José Sazatornil en 'La escopeta nacional', Concha Velasco en 'Las chicas de la Cruz Roja' y Antonio Ferrandis, como Chanquete en 'Verano azul'.
Paco Martínez Soria en 'La ciudad no es para mí', José Sazatornil en 'La escopeta nacional', Concha Velasco en 'Las chicas de la Cruz Roja' y Antonio Ferrandis, como Chanquete en 'Verano azul'.
Heraldo

¿Más ejemplos? Viva Twitter

Cuando el exjugador de béisbol estadounidense Brandon McCarthy lanzó una pregunta entre sus seguidores de Twitter, ni se imaginaba que iba a tener tanta repercusión: "Esto no tiene sentido, ¿la gente del pasado parecía más vieja cuando eran jóvenes?", escribió. La misma pregunta lanzó al éter en España el usuario Hematocrítico, y decenas de usuarios de la red social se animaron a hacer comparaciones de artistas de ayer y de hoy a las mismas edades.

Dicho esto, vamos ahora con unos apuntes científicos

Las fuentes de la eterna juventud no existen, al menos en este plano físico, quién sabe en otras dimensiones. Pero sí está científicamente comprobado que tener una apariencia más vieja que la edad real sería en parte debido a una variación genética, según un estudio difundido hace cinco años que establecía por primera vez una vinculación entre la percepción del envejecimiento y un gen específico.

"Por primera vez se halló un gen que explica en parte por qué algunas personas parecen más viejas y otras más jóvenes que la edad que tienen". Quien así habla es Manfred Kayser, de la facultad de Medicina de la Universidad Erasmus de Rotterdam, en Países Bajos, el principal autor de estos trabajos.

Llamado 'MC1R', este gen, conocido por generar cabellos rojos y una tez clara, presenta a veces una variación que hace que una persona parezca unos dos años más vieja que quienes tienen su misma edad y carecen de ese gen, subrayan los investigadores, cuyo estudio fue publicado en su día en la revista científica ‘Current Biology’.

Por otro lado estarían los portadores de una combinación de genes llamada Matusalén. El nombre suena a broma, pero existe. Las personas que la poseen tienen una protección adicional contra los efectos secundarios derivados de fumar, de comer demasiados alimentos procesados y de no correr ni para coger el bus. Estos afortunados, además, parecen ser menos susceptibles a contraer enfermedades relacionadas con la edad, como las cardiacas o la diabetes tipo 2. Lo malo es que el porcentaje de quienes la portan en su ADN no es demasiado elevado. Según una de las principales investigaciones en el campo de la longevidad, liderada por la bióloga Eline Slagboom, de la Universidad de Leiden, en los Países Bajos, solo la tiene una persona de cada 10.000.

Las personas centenarias que portan los genes Matusalén tienen, como todos los humanos, genes que predisponen a padecer las enfermedades derivadas del envejecimiento, pero no se activan, no se ponen en marcha porque esta combinación genómica se lo impide. 

También hay que tener en cuenta que la edad que aparenta una persona puede reflejar su estado de salud y esperanza de vida. Con el avance de la medicina y la mejora de las condiciones de vida, el ritmo de envejecimiento ha disminuido y la gente en general vive más años.

Y es que ahora tendemos a cuidarnos más. Comemos más sano, hacemos más deporte, hemos moderado en líneas generales el consumo de tabaco y alcohol. También nos vestimos de otra manera, más que nada porque existe una infinita variedad de estilos y prendas que no estaban al alcance de nuestros padres o abuelos cuando ellos eran jóvenes. Amén de que el aspecto general de los ciudadanos de entonces estaba regido por los usos y costumbres de una sociedad profundamente religiosa y moralizante que indicaba qué había que ponerse y qué no, y señalaba a quien se saliera de la norma.

Los aragoneses de más de 60 se consideran activos

Pero hoy en día las tornas han cambiado y los españoles no se resignan a envejecer y 'apolillarse'. En este sentido, el 56% de los aragoneses mayores de 60 años se considera una persona activa, aunque el 66% opina que le gustaría serlo todavía más: estos datos se desprenden del ‘Estudio sobre el envejecimiento activo’, impulsado por CaixaBank para conocer la opinión de las personas mayores sobre la situación actual del envejecimiento activo en España y contribuir a concienciar a la sociedad sobre su importancia.

El estudio muestra también que uno de cada cuatro asegura que estar activo no depende de una edad concreta. Asimismo, el 93% piensa que el hecho de que las personas mayores se mantengan activas repercute en una mejor salud física y mental, y aumenta la longevidad.

De las personas que se consideran activas, uno de cada tres encuestados practica deporte y realiza actividades de ocio, mientras que un 42% dedica el tiempo activo a estudiar, aprender cosas y leer. En menor medida, un 21% se considera activa porque se ocupa de familiares y un 11% por organizar o participar en proyectos de voluntariado.

Son datos similares a la media del resto de España, donde el porcentaje de personas mayores de 60 años que se definen como "activas" es del 48% y un 72% manifiestan querer más actividad.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión