Educación

Solo cuatro de cada diez universitarios terminan la carrera sin perder cursos

Las más aplicadas, con mucha diferencia, son las chicas y los estudios que el alumnado precisa más años extra para completar, las ingenierías.

Sala de estudio de la facultad de Económicas de la Universidad de Zaragoza
Sala de estudio de la facultad de Económicas de la Universidad de Zaragoza
Francisco Jiménez

Son muy pocos los universitarios españoles que terminan sus carreras en tiempo y forma. No llegan ni a la mitad. Suspensos, aplazamientos, repeticiones. Al final, son menos del 40% quienes logran titularse en el plazo oficialmente estipulado para completar los estudios, habitualmente cuatro o cinco cursos, según el tipo de grado de que se trate, o uno o dos, según la clase de máster.

El evidente problema de resultados que hay en los campus adquiere tintes alarmantes si solo se mira a los estudiantes varones, según desvela la radiografía que cada año hace de la universidad española la Fundación Conocimiento y Desarrollo (CYD). Son las chicas, de hecho, quienes salvan la estadística general. Prácticamente la mitad de las universitarias, el 47%, se titula sin retraso ni pérdida de curso alguno. De un tirón. En el caso de ellos no lo consiguen ni tres de cada diez alumnos. Su tasa de idoneidad, que es la denominación técnica del porcentaje que acaba los estudios en plazo, es del 28%, lo que quiere decir que sus compañeras les sacan una ventaja de nada menos que veinte puntos.

La criba de alumnos de un curso a otro es mucho mayor en unas carreras que en otras. Quienes logran graduarse en los cuatro años fijados por el programa de estudios abundan más entre los matriculados en las ramas de educación y ciencias de la salud, con una tasa de idoneidad media del 64%. 

Por el contrario, los tropezones académicos y las repeticiones son muy frecuentes en las áreas de ingeniería, arquitectura e informática. No llega a uno de cada cinco los alumnos de estas facultades que pueden titularse en el tiempo estipulado.

Se dan notables variaciones en las cifras según la institución académica de que se trate, pero las peores tasas de idoneidad las tienen las universidades a distancia. Algo bastante lógico si se tiene en cuenta que son en las que hay más estudiantes con dedicación a tiempo parcial, sobre todo en los cursos de posgrado.

Montse Álvarez, experta de CYD, no ve claro por qué la universidad española tiene unas tasas tan bajas de idoneidad, pero cree urgente analizar qué está fallando para poder corregirlo -"sin que eso implique reducir el nivel de exigencia"-, porque, indica, "es un desperdicio de tiempo y recursos y eleva el coste de la educación superior".

El último curso con datos cerrados, 2021, completaron sus estudios en España 207.646 universitarios. Seis de cada diez fueron mujeres, solo hubo un 5% de graduados extranjeros y los egresados en campus privados ya alcanzan el 18%. Entre los puntos fuertes con respecto a las universidades europeas están la amplia presencia de mujeres, un mayor número de graduados con máster y unos titulados más jóvenes.

Pero las diferencias con los campus de la UE se dan especialmente en la elección profesional. Mientras en España uno de cada cinco titulados pertenece a la rama de educación, en Europa los futuros docentes son solo la mitad. Las diferencias en los estudios económicos, de gestión y jurídicos son menores (aunque los países vecinos nos aventajan) y donde nos sacan varios cuerpos de distancia es en los denominados STEM (ciencias, matemáticas, ingenierías y tecnologías de la información).

En la UE uno de cada cuatro titulados universitarios son STEM y en España rozan el 19% y bajando. Un tercio menos. "Las titulaciones vinculadas a las ramas STEM están disminuyendo su peso relativo en los últimos años, especialmente las ingenierías y las tecnologías de la información. Esta situación es preocupante porque serán los ámbitos con más demanda de profesionales de alta cualificación en el futuro", avisa Álvarez.

Profesionales precarios

El segundo gran hecho diferencial entre titulados españoles y comunitarios es la mayor precariedad laboral que padecen los primeros y su peor futuro profesional, al menos inmediato, que les espera. El análisis de CYD deja claro que los licenciados españoles sufren en sus primeros contratos la mayor tasa de temporalidad de toda la UE. Duplican, con el 20%, la media comunitaria. Pero también les espera la segunda mayor tasa de paro del club europeo y la segunda menor tasa de obtención de empleo del continente. España, de hecho, es el único país del sur de Europa que sigue sin recuperar la tasa de empleo que los titulados superiores tenían antes de la pandemia de coronavirus.

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