La financiación filantrópica contra el cáncer crece un 126,5% desde 2015, hasta 140 millones, según la AECC y 'la Caixa'

También han aumentado las inversiones públicas nacionales y europeas.

La mitad de los pacientes oncológicos que necesitan cuidados paliativos no los reciben.
La financiación para la investigación oncológica ha aumentado exponencialmente. 
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La financiación filantrópica en investigación oncológica ha aumentado un 126,5 % entre 2015 y 2020, hasta alcanzar los 140 millones de euros, según la segunda edición del informe 'Comprometidos con la investigación en cáncer', realizado por la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) y la Fundación "la Caixa".

El documento, presentado este lunes en Madrid, apunta que la financiación por parte de las entidades filantrópicas es la que más aumentó entre 2015 y 2020. Mientras tanto, la financiación pública nacional, que le ha dedicado 347 millones de euros en los 5 últimos años, ha presentado un ligero aumento en el periodo 2018-2020. Por su parte, la captación de fondos europeos se ha recuperado en 2019 y 2020, con valores cercanos a los del año 2017. Entre 2015 y 2020, los fondos europeos supusieron un aporte de 205 millones a este ámbito.

El informe ha constatado un incremento en la financiación de proyectos de transferencia en cáncer por parte de las entidades filantrópicas, con un punto de inflexión importante a partir de los años 2018 y 2019, coincidiendo con la apertura y consolidación de convocatorias competitivas en innovación y transferencia por parte de algunas de las entidades filantrópicas, como precisamente la AECC y la Fundación "la Caixa".

También ha aumentado la inversión pública, pues la financiación del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) ha subido un 11,2 %, hasta los 128 millones de euros, mientras que la de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) ha crecido un 19,3 % hasta 140 millones. Por su parte, el Centro para el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (CDTI) ha disminuido su aportación un 18,2 %, llegando a 79 millones.

El informe, con asesoría científica de la Asociación Española de Investigación sobre el Cáncer (Aseica), utiliza datos públicos, proporcionados por las tres agencias nacionales: AEI, SCIII y CDTI. En el ámbito privado, se recogen datos de la Asociación Española de Bioempresas (AseBio), así como de las principales entidades filantrópicas.

A pesar de que el gasto general en I+D+i ha recuperado los niveles de 2010, el informe destaca que el 1,41 por ciento actual del PIB dedicado por España a investigación queda lejos del 2 por ciento que el Plan Estatal para la Investigación Científica y Técnica y de Innovación 2017-2020 establecida para 2020. España es el país con menor crecimiento del gasto en I+D en términos de PIB de todos los países de referencia, con un ligero incremento del 1,36 al 1,41 por ciento en los últimos 10 años.

En una nota positiva, el informe aplaude que España se ha consolidado con el tiempo como "uno de los países más competitivos" en atracción de fondos europeos para investigación en Oncología, tanto en número de proyectos como en importe financiado (por número de habitantes), y ha demostrado también "gran capacidad de liderazgo" en el programa Horizon 2020, donde los investigadores españoles han sido coordinadores en más del 70 por ciento de sus participaciones, la ratio más alta del panel de países estudiados.

En cuanto a la innovación, el apoyo público de este capitulo en cáncer en España se muestra mayoritariamente en forma de préstamos a través del CDTI (con más del 80% de la financiación reembolsable), lo cual "sitúa en desventaja a las empresas innovadoras de España frente a las de otros países, que tienen mayor acceso a subvenciones".

Al respecto, el informe denuncia que las empresas españolas sufren así un "sobreendeudamiento", que "limita su crecimiento en un sector que, además, tiene un alto riesgo en fases tempranas". Sin embargo, celebra que en 2020 se observa un "cambio de tendencia" gracias a los fondos europeos Next Generation y a los programas Misiones Grandes Empresas y Neotec.

¿En qué tumores se investiga más?

La financiación pública de proyectos de I+D empresarial se concentra en cánceres más prevalentes donde el desarrollo tecnológico en diagnóstico y tratamiento se encuentra más avanzado, como el cáncer colorrectal (32,7 %) y de próstata (7,9 %). La financiación pública en investigación básica se centra en tumores del sistema nervioso central (11,7 %) y leucemia (11,3 %), ambos con menor prevalencia entre la población y en los cuales el sistema de innovación y transferencia se encuentra menos desarrollado.

De forma parecida a lo que sucede en el mundo, la investigación en España por tipo de cáncer presenta una mayor dedicación al colorrectal, el de pulmón, el de mama, el melanoma y cánceres no sólidos, como los linfomas o el mieloma.

En aquellos cánceres con supervivencias más bajas, el impulso de la investigación traslacional y clínica está por debajo de las necesidades de los pacientes. Los cánceres de pulmón, páncreas, hígado, estómago y esófago son los cinco tipos de cáncer que representan el 38,3 % de la mortalidad anual por cáncer en nuestro país, pero solo cuentan con el 17,7 % de toda la financiación pública y con el 21,8% de todos los ensayos clínicos llevados a cabo en España. 

"Investigación de calidad pero no siempre alineada con necesidades clínicas"

El informe esgrime que España tiene grupos de investigación en cáncer de gran calidad, lo que se refleja en el hecho de que nuestros investigadores continúen involucrados en el 3 por ciento del trabajo publicado en el ámbito científico a nivel mundial, que sigan entre los 10 países que más publican sobre cáncer y que logren una especialización mayor (desde 2016, el 4 % de toda la investigación en España está relacionada con el cáncer).

Sin embargo, y a pesar de la evolución positiva de su capacidad para publicar en revistas de alto impacto, los expertos del informe lamentan que el sistema español "parece haber acabado su fase de expansión en estos indicadores en la última década (igual que sucede en la mayoría de los sistemas) si nos comparamos con otros sistemas como China o India, que están en pleno crecimiento de su producción científica".

Cada vez más ensayos

Aunque el crecimiento en volumen de ensayos fue más sustancial entre 2010 y 2016, España ha crecido en los últimos 5 años más que cualquiera de los otros países analizados (>35% en 2015-2019, comparado con 2010-2014). Pese a ello, sigue por detrás de Países Bajos y Francia en ensayos clínicos por habitante.

España presenta una clara prevalencia de los ensayos de patrocinio privado, si bien dicha prevalencia empieza a disminuir (el 77% en 2010 y el 68 % en 2019), ya que en los últimos 4 años se ha producido un aumento de los ensayos clínicos independientes (en 2019, por ejemplo, el ISCIII puso en marcha una convocatoria de ensayos clínicos independientes).

La tipología de intervención de los ensayos clínicos de patrocinio privado en España es muy similar a la de otros países estudiados, con la mayoría de los ensayos dedicados a investigar fármacos, aunque están ganando relevancia otras tipologías de ensayos clínicos, como los de productos etiquetados como biológicos, procedimientos y radiación.

El perfil de los ensayos clínicos de patrocinio privado también es similar al de otros países cercanos, con una representación bastante equilibrada de fases de la investigación clínica. Asimismo, y directamente relacionado con el desarrollo del sistema español en la última década, se observa el crecimiento de ensayos en fase 1 con respecto al año 2010. Los ensayos clínicos independientes presentan una mayor predominancia en fases iniciales y sin fase (observacionales, de aparatos). España presenta una distribución por fases en la última década con alguna preferencia por los ensayos en fase 2 y 3, aunque esa tendencia se está revirtiendo en favor de ensayos en fases iniciales y sin fase. 

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