Tercer Milenio

En colaboración con ITA

La clorofila del Mediterráneo ha disminuido un 20% en los últimos 20 años

Según el Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC), este hecho puede afectar a la capacidad del océano para secuestrar carbono atmosférico o a la productividad de toda la cadena trófica marina.

Imagen de archivo.
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La concentración de clorofila en el mar Mediterráneo español ha disminuido en promedio un 20% en las últimas dos décadas, un hecho que puede afectar a la capacidad del océano para secuestrar carbono atmosférico o a la productividad de toda la cadena trófica marina.

Según explica este martes el Instituto Español de Oceanografía (IEO-CSIC) en un comunicado, la causa más probable de este descenso de clorofila es el fortalecimiento de la estratificación de la columna de agua debido al calentamiento de la superficie, es decir, que las masas de agua con diferentes propiedades como salinidad, oxigenación, densidad o temperatura, han formado capas que actúan como barreras para que el agua se mezcle, y esto puede haber dado lugar a la disminución de clorofila.

El autor principal de esta investigación -realizada por un equipo de científicos del IEO perteneciente al grupo de Ecología del Plancton y Retos Ambientales del Centro Oceanográfico de Málaga-, Francisco Gómez Jakobsen, asegura que la disminución general en la concentración superficial de clorofila ha sido reportada en muchas zonas del planeta y puede afectar a muchos procesos importantes del ecosistema, como la capacidad del océano para captar carbono de la atmósfera.

Pese a esta tendencia general de descenso de la concentración de clorofila, el estudio muestra cómo en algunas regiones, influenciadas por la entrada de nutrientes desde la costa, la tendencia ha sido contraria, y han llegado a registrar ascensos en la concentración superiores al 3% anual.

Este es el caso de la franja litoral frente al Mar Menor y a la desembocadura del río Segura.

Según explica el Gómez Jakobsen, estos "significativos aumentos" dentro de un contexto de disminución general podrían indicar procesos de eutrofización costera, es decir, que se estarían aportando en exceso nutrientes inorgánicos -principalmente Nitrógeno y Fósforo procedentes de actividades humanas- en un ecosistema acuático, lo que produce una proliferación descontrolada de algas fitoplanctónicas y genera efectos adversos en las masas de agua afectadas.

Para llevar a cabo esta investigación -publicada en la revista 'Remote Sensing Applications: Society and Environment'- los científicos han tomado imágenes satelitales durante las últimas dos décadas y han utilizado técnicas de análisis a partir de datos de diferentes sensores de color del océano capaces de registrar información radiométrica de la capa superficial del agua con una frecuencia casi diaria y con una elevada resolución espacial.

Esto ha permitido relacionar esos datos con la distribución y concentración de clorofila tras aplicar un algoritmo creado expresamente para la zona de estudio.

"Este trabajo es un ejemplo de la importancia de contar con series temporales de datos oceanográficos suficientemente largas y de calidad para poder detectar cambios significativos en la concentración de clorofila, que puedan a su vez ser indicativos de los efectos del cambio climático o de la contaminación procedente de fuentes terrestres", señala el científico.

Este estudio se ha llevado a cabo en el marco de los trabajos de evaluación y seguimiento de la eutrofización en las Estrategias Marinas que financia el Ministerio para Transición Ecológica y el Reto Demográfico, y del proyecto ECLIPSE, financiado por la Agencia Estatal de Investigación.

Según explica el IEO en el comunicado, en su elaboración se ha contado con la colaboración del Servicio de Supercomputación y Bioinformática (SCBI) de la Universidad de Málaga.

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