Las acciones Marie Skłodowska-Curie (MSCA) son el principal instrumento de la Unión Europea para atraer y fortalecer el capital humano dedicado a la investigación. El Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón, INMA (CSIC-Unizar), cuenta en la actualidad con cuatro investigadores posdoctorales Marie Sklodowska-Curie. Dos de ellos –Sara Lafuerza y Simon Hetter– disfrutan de una beca posdoctoral europea y los otros dos –Elena Atrián y Zsuzsa Baranyai– de una extensión de la beca de 18 meses, facilitada por el CSIC, con objeto de que puedan preparar una nueva propuesta de financiación de su investigación en el marco del Consejo Europeo de Investigación.

Hoy miércoles, 15 de junio, el Instituto de Nanociencia y Materiales de Aragón, INMA nos acercará la convocatoria Marie Skłodowska-Curie de becas posdoctorales de la mano de sus protagonistas. Estos cuatro investigadores de éxito del INMA hablarán de su investigación, su experiencia y ofrecerán consejos para todos aquellos que deseen solicitar nuevas becas de manera exitosa.

A partir de las 12.00, en la sala de grados de la Facultad de Ciencias, se ofrecerán las siguientes ponencias:

Sara Lafuerza

Es física y doctora en Física por la Universidad de Zaragoza. Tras la realización de su doctorado, trabajó durante casi siete años en el laboratorio europeo de radiación de sincrotrón ESRF (European Synchrotron Radiation Facility). "Conseguir en la convocatoria 2020 el proyecto europeo Marie Sklodowska-Curie Eager que busca paliar el cambio climático, desarrollando nuevos materiales para la obtención de sistemas de refrigeración más sostenibles y eficientes que los refrigeradores convencionales de compresión de gases de efecto invernadero me ha permitido volver a Zaragoza para desarrollar mi carrera científica", comenta Sara Lafuerza. El proyecto liderado por Lafuerza se desarrolla bajo la supervisión de Marco Evangelisti y Javier Blasco, está dotado con 172.932 euros. Eager trata de explorar distintas composiciones de óxidos con fases de Aurivillius buscando potenciar la capacidad refrigerante en las proximidades de temperatura ambiente.

Simon Hettler

Es físico y doctor en el campo de microscopía electrónica en Karlsruhe, Alemania. Tras su primer proyecto de investigación en Karlsruhe, en 2018 se trasladó a Zaragoza para trabajar en el laboratorio de microscopías avanzadas en un proyecto europeo sobre grafeno. Posteriormente consiguió un proyecto de la Comunidad de Investigación de Alemania. Tal y como indica Simon, "conseguir el proyecto europeo Marie Sklodowska-Curie en la convocatoria 2019 me ha permitido seguir trabajando en el INMA desarrollando un trabajo de investigación, que, en mi caso, se centra en los nanotubos de un material inorgánico compuesto por dos materiales laminares diferentes utilizando principalmente una técnica llamada ‘in-situ’ que permite estudiar los materiales dentro del microscopio en condiciones de temperatura y corriente eléctrica similares a las reales, a resolución atómica". El proyecto, denominado Promises: propiedades de nanotubos ‘misfit’ reveladas por microscopía electrónica, está liderado por Hetter y cuenta con la supervisión del investigador del INMA, Raúl Arenal.

Elena Atrián Blasco

Es química de formación, y se inició en la investigación en la Universidad de Zaragoza, donde se doctoró en Química inorgánica. Tras su paso por Toulouse, Francia, donde estudió el papel de los iones metálicos en el desarrollo del alzhéimer, en la convocatoria 2018 consiguió el proyecto europeo Marie Sklodowska-Curie, PePiPOM, que, como indica Elena Atrián, "busca combatir una seria y creciente amenaza a la salud pública global, la resistencia a los antibióticos, con el desarrollo de nuevas fórmulas antimicrobianas, con la combinación de varias formas de actuación: por un lado, el efecto bactericida de POM y péptidos y, por otro, el debilitamiento del biofilm, una estructura biológica formada por las células como mecanismo de defensa frente a agresiones externas". En la actualidad, cuenta con una extensión de 18 meses de la beca posdoctoral europea, facilitada por el CSIC, para preparar una nueva propuesta para la financiación de su investigación. El trabajo se encuentra liderado por Atrián Blasco y cuenta con la supervisión del investigador del INMA Scott Mitchell.

Zsuzsa Baranyai

Es química, posee un máster en Química farmacéutica y un doctorado en Química bioorgánica por la Universidad Eötvös Loránd de Budapest, Hungría. Su investigación se ha centrado en el desarrollo de fármacos antimicobacterianos y la conjugación de fármaco-péptidos para la administración dirigida de fármacos contra la tuberculosis. También ha trabajado en el desarrollo de híbridos de fármacos y péptidos con actividad antitumoral contra gliomas (tumores cerebrales). Ha ampliado su experiencia en varias instituciones extranjeras con estancias en Alemania, República Checa, Perú y Japón. Gracias a la beca posdoctoral Marie Skłodowska-Curie, en 2019 se pudo unir al grupo Bionanosurf del INMA bajo la supervisión del investigador del INMA Jesús Martínez de la Fuente. "El proyecto Tbnano en el que trabajo tiene el objeto de desarrollar nanocápsulas cargadas con fármacos antituberculares y decoradas con moléculas que se dirigen a la célula huésped para el tratamiento de la tuberculosis", comenta Zsuzsa. Actualmente, al igual que Elena Atrián, continúa su proyecto ‘Targeted intracellular delivery of antitubercular agents by functionalized nanocapsules (Tbnano)’ en el marco de MSCA-IF-ERC extensión del CSIC.

Actualmente el INMA se encuentra en el proceso de firma con la Comisión Europea de cuatro nuevas becas posdoctorales: dos europeas y dos globales (con estancias en Estados Unidos y China).

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Una investigación excelente

Las acciones Marie Skłodowska-Curie (MSCA) están encaminadas a conseguir una investigación excelente que permita detectar y abordar los retos globales a los que actualmente nos enfrentamos, además de impulsar el empleo, el crecimiento económico y el progreso social. Para ello, se centran en la formación y el desarrollo profesional del personal investigador. Estas acciones no solo tienen un impacto positivo en el investigador que las solicita, sino también en las instituciones solicitantes, promoviendo su excelencia y facilitando la creación y aplicación de estándares de alta calidad para la formación de su personal investigador.

Dentro de las acciones MSC, las becas posdoctorales (‘posdoctoral fellowships’) tienen como objetivo mejorar el potencial creativo e innovador del personal investigador doctor. Se ofrece a los investigadores una formación de calidad, avanzada, y se prioriza la movilidad internacional, interdisciplinar e intersectorial a través del desarrollo de un proyecto de investigación y formación en una institución de la Unión Europea, como es el caso del INMA, pudiendo incluir además estancias en centros de todo el mundo y, al finalizar la beca, el desarrollo de un proyecto de I+D en una empresa de la Unión Europea.

Existen dos modalidades: las becas posdoctorales europeas, con una duración de hasta dos años de contrato en la UE, para investigadores de cualquier nacionalidad, y las becas posdoctorales globales, con una duración máxima de tres años abiertas a nacionales de la UE o residentes de larga duración y que conllevan una estancia inicial de hasta dos años fuera de la UE.

Para comprender el grado de competitividad y exigencia de estas becas no hay más que ver los datos. No es nada sencillo obtener una. En 2020, se evaluaron 10.435 propuestas que optaban a las becas europeas, con una tasa de éxito del 13,5%; y 947 propuestas a las becas globales, con una tasa de éxito del 22,9%. En 2021, fueron 7.439 propuestas a becas europeas, con éxito del 13,8%, y 808 a becas globales, con 16,2%.

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