Solo un tercio de los escolares pobres tiene beca de comedor

La ONG Educo defiende que garantizar la gratuidad del servicio a todos los alumnos españoles de Primaria es algo "alcanzable", pues solo costaría el 0,16% del PIB.

Imagen de archivo de un comedor escolar.
Imagen de archivo de un comedor escolar.
Guillermo Mestre

Usar a diario el comedor escolar es mucho más que asegurar una comida digna a los hijos de familias pobres o una alimentación equilibrada al resto de alumnos. Los expertos coinciden en que, sobre todo entre los más jóvenes, la alimentación en el centro educativo y el tiempo de relaciones sociales y juegos que la acompaña fomentan una larga lista de factores clave para el buen desarrollo de los niños.

En este espacio de convivencia y educación, explican, los chicos interiorizan buenos hábitos sociales y nutricionales, estrechan lazos con sus compañeros, minimizan el absentismo escolar, espantan problemas de salud como el sobrepeso o la obesidad (que padecen cuatro de cada diez niños españoles), reducen las altas tasas de fracaso y abandono escolar, y, algo igual de fundamental, permite a los adultos de la casa conciliar familia y trabajo.

Las grandes ventajas que el comedor escolar supone para un desarrollo sano de la infancia no las pone en duda casi nadie, pero el problema es que estos beneficios, en la mayor parte de las autonomías, los disfrutan solo los escolares de familias que carecen de problemas económicos. Los alumnos pobres, pese a que ser los que menos asegurada tienen una buena alimentación diaria, no pueden pagar este servicio escolar y las ayudas públicas existentes para que lo disfruten de manera gratuita son totalmente insuficientes.

Un análisis realizado por Educo, una ONG que lleva una década ayudando a alumnos vulnerables a acceder al comedor escolar y las colonias de verano, recoge que, con notables diferencias por comunidades, solo un 11% del alumnado de Educación Primaria recibe beca comedor cuando al menos un tercio de los escolares españoles está en riesgo de pobreza y exclusión. El cruce de datos indica que el menos las dos terceras partes de los estudiantes pobres españoles tienen vetado el comedor escolar por falta de recursos, pese a necesitarlo más que los demás.

Un derecho de la infancia

Estas son las razones y los argumentos que sostienen la campaña que acaba de iniciar Educo, para tratar de convencer a ministra, consejeros y alcaldes de que es una prioridad con una alta rentabilidad social convertir el comedor escolar en una derecho más de los alumnos de Primaria. Hacer de este servicio una prestación universal y gratuita en todas las escuelas públicas. Sobre todo, señalan, porque es una decisión "alcanzable" sin desestabilizar las cuentas públicas.

Su cálculo es que asegurar comedores gratuitos a los dos millones de alumnos de las escuelas públicas costaría 1.664 millones anuales, 1.472 millones más de lo que se invierte hoy en becas y ayudas con este destino, que suma 191 millones. Este desembolso adicional, que mejoraría las cifras de empleo, reduciría el altísimo coste del fracaso escolar y los gastos médicos, solo equivale al 0,13% del PIB español.

Aunque la universalidad del servicio debería ser el objetivo final de los poderes públicos, Educo considera que lo urgente de verdad sería garantizar cuanto antes la gratuidad del comedor a todos los alumnos de Primaria de familias con escasos ingresos. Para lograr este gran avance bastaría con sumarle al gasto actual 882 millones, hasta llegar a 1.073 millones, el 0,08% del PIB.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión