Ciencia ciudadana
Por qué nos deben preocupar las especies invasoras
Los ecosistemas acuáticos de agua dulce son unos de los que más sufren los impactos negativos de este tipo de especies.
Actualmente vivimos una situación crítica en lo que se refiere a las especies exóticas invasoras. Estas especies son las que han llegado a una región fuera de su área de distribución natural por causas humanas. Muchas de ellas, al entrar en un hábitat ajeno, no son capaces de adaptarse y no se pueden establecer. Desgraciadamente, algunas sí llegan a establecerse, y pueden provocar impactos negativos en los ecosistemas, causando daños irreparables.
En Europa, podemos decir que conocemos las causas de estos impactos negativos, pero necesitamos un mayor conocimiento sobre la magnitud para su adecuada gestión, es decir, necesitamos medir y cuantificar con más detalle dónde y cómo ocurren los impactos y la respuesta de las especies nativas.
Existen ecosistemas que son especialmente sensibles, como los acuáticos (ríos, lagos, lagunas, estuarios, etc.), cuya conservación y las de las especies nativas que en ellos habitan se encuentran en declive por causa de la actividad humana, y a un ritmo más acelerado que en cualquier otro ecosistema. Los ecosistemas acuáticos, especialmente los de agua dulce, están entre “los más invadidos del planeta por especies invasoras” y gran parte de la pérdida de su biodiversidad está asociada a la presencia de esas especies. Por esta razón, el proyecto Life Invasaqua, financiado por el programa europeo Life, tiene como principal objetivo apoyar la comunicación, la formación y la difusión de información sobre las especies exóticas invasoras acuáticas en España y Portugal.
El mensaje principal que se pretende transmitir a la ciudadanía a través del proyecto es que la problemática nos afecta a todos, y que es importante conocer y saber qué podemos hacer para prevenir o minimizar estos impactos. Las especies invasoras tienen importantes efectos adversos sobre la biodiversidad, como la extinción de especies nativas. Sus impactos también pueden causar problemas socioeconómicos, como los daños en las cosechas, pesca e infraestructuras. Además, según numerosos estudios, tanto la disminución de la biodiversidad como la aparición de algunas especies invasoras favorecen la transmisión de enfermedades a los humanos.
¿Cómo han llegado esas especies a nuestro entorno?
Se han identificado diversas vías de introducción. En algunos casos se han liberado de forma intencionada, como ocurre con la trucha arco-iris (Oncorhynchus mykiss) para luego pescarla. En otros casos se introducen al venir como mascotas que acaban siendo soltadas o se escapan y se establecen en el lugar; un claro caso es el de las cotorras argentinas (Myiopsitta monachus), especie exótica muy comercializada que ya habita en las principales ciudades de Europa, o el de la tortuga de Florida (Trachemys scripta). En el caso de otras especies, se introducen o se propagan de forma accidental, como por ejemplo el mejillón cebra (Dreissena polymorpha), que entró con las aguas de lastre de los barcos (las aguas que utilizan los barcos para compensar el equilibrio y reparto de las cargas para una navegación segura, las cuales viajan y son descargadas a miles de kilómetros dentro de los mismos). Y no solo encontramos especies animales entre las exóticas invasoras que ya están en nuestro país. El jacinto de agua o camalote (Eichhornia crassipes) causa estragos y gastos económicos millonarios en algunas de nuestras cuencas.
El proyecto Life Ivasaqua busca aumentar la conciencia sobre ellas y sus impactos a la vez que desarrollar herramientas para una detección temprana y una respuesta rápida, y así evitar la propagación hacia otros lugares. Para ello, se busca aumentar la sensibilización del público y formar a los sectores involucrados (administraciones públicas, empresas privadas, ciudadanía…).
La ciencia ciudadana juega un papel fundamental en la prevención y gestión de las especies exóticas invasoras. Es por ello que, en el marco de este proyecto, el Centro de Cooperación del Mediterráneo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza viene organizando en varias regiones de la península ibérica diferentes 'bioblitzes', eventos participativos de ciencia ciudadana con el objetivo de registrar tantas especies (en este caso invasoras) como sea posible en un lugar y durante un tiempo determinados.
Estos eventos de ciencia ciudadana aprovechan los avances de los últimos años de las tecnologías de información y las redes sociales para convertir a los ciudadanos en aliados, implicándolos en la recogida y unificación de información potencialmente relevante para los gestores y científicos que hacen seguimiento a la problemática de estas especies.
En la actualidad ya está funcionando una aplicación móvil a nivel europeo para el seguimiento de las invasoras, la app Easin, con la que cualquier persona puede contribuir con sus observaciones a través del móvil. Además, en el marco del proyecto Life Invasaqua se ha desarrollado la plataforma web Ibermis, donde pueden visualizarse las observaciones de ciencia ciudadana recogidas a través de la aplicación Easin y acceder a información científica de la base de datos de la Sociedad Ibérica de Ictiología (SIBIC).
Además, Ibermis ofrece un repositorio con documentos, herramientas, guías, publicaciones, referencias a normativas, material formativo y otro tipo de recursos dirigidos a educadores, estudiantes, pescadores y diversos colectivos vinculados al uso y recreo en ríos y estuarios con el fin de ayudar a la formación, la sensibilización y el mejor conocimiento de la problemática de las especies invasoras acuáticas en la península ibérica.
En la página oficial del proyecto y redes sociales se pueden encontrar las diferentes actividades y fechas para los próximos eventos.
Anna Garcia i Rovira Ambientóloga y educadora ambiental. Centro de Cooperación del Mediterráneo de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza
Esta sección se realiza en colaboración con el Observatorio de la Ciencia Ciudadana en España, coordinado por la Fundación Ibercivis
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