A través de internet tenemos el mundo a nuestro alcance, pero también nos exponemos y volvemos vulnerables ante los delitos de odio y acoso. Según la última encuesta publicada por el Ministerio del Interior sobre delitos de odio (junio 2021), el 50% de los encuestados admitía haber sido víctima de ofensas o amenazas a través de las redes sociales e internet. En cuanto al motivo más frecuente que señalaban era por orientación sexual o identidad de género.

Muchas veces, el principal escollo con el que se encuentran los usuarios es la dificultad para demostrar que se ha sido víctima de acoso. Por ejemplo, alguien puede hacer comentarios ofensivos a través de una cuenta anónima de Twitter hacia otro usuario y después borrarlos. Por lo que resulta complicado a posteriori recuperar dichos tuits y no siempre es válido un simple pantallazo para interponer una denuncia ante las fuerzas de seguridad, pues estos son fácilmente manipulables.

La encuesta antes mencionada, revelaba que el 89,24% de los encuestados, a pesar de haber sido víctimas de un delito de odio no había denunciado los hechos. Por su parte, la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA) señalaba en su último informe de julio de 2021 que en España existe una tasa de infradenuncia del 80%, por lo que recomendaba la necesidad de aflorar esta problemática y conseguir que se denuncie más.

Los testigos online se presentan como una herramienta que nos puede ayudar en esta tarea. Son empresas que certifican la veracidad y la no manipulación de las pruebas digitales en una fecha y hora determinadas. Aportan una firma digital que acredita de manera inequívoca una prueba.

Con ellos podemos recabar evidencias de un uso indebido de fotografías o vídeos publicados en redes sin nuestro consentimiento o demostrar que estamos siendo víctimas de amenazas, injurias o que han suplantado nuestra identidad.

“Sin sustituir a un notario o a un perito, estas empresas certifican con una evidencia digital que el contenido se mantiene íntegro y que la información no ha sido manipulada”, explica Ángela García Valdés, técnico de ciberseguridad para los ciudadanos del Incibe, el organismo estatal que vela por nuestra seguridad en internet y que este martes 8 de febrero celebra el Día de Internet Segura.

“La clave en estos casos es actuar rápido”, recomienda García Valdés, “en cuanto veamos que se está cometiendo un delito, hay que denunciarlo a la propia red social y guardar el pantallazo, mail o prueba que se nos presente en el momento. Después, el testigo online nos permitirá demostrar que ese delito ha existido y que los hechos han ocurrido”.

Es importante señalar que se trata de herramientas privadas por lo que algunas tienen servicios gratuitos y otras son de pago. En la página web de Incibe se explica el funcionamiento de eGarante, por ser una de las organizaciones que ofrece parte de sus servicios gratis, pero también existen otras como Safe Stamper, Evicertia o Terminis. Estas además, permiten certificar textos legales, anuncios web, sorteos y concursos fraudulentos o temas relacionados con la propiedad industrial.