La muerte de la marmota Milltown Mel, ¿un mal augurio para para 2022?
El animal falleció horas antes del tradicional pronóstico meteorológico en Estados Unidos.

Milltown Mel ha muerto pocas horas antes de su gran día. La marmota encargada de predecir si habrá seis semanas más de invierno o si la primavera llegará por adelantado este año ha fallecido de manera repentina el día antes del tradicional pronóstico que se realiza cada año en Estados Unidos.
Según la tradición, que se celebra cada 2 de febrero, si el animal ve su sombra debido a que el tiempo está despejado, regresa corriendo a su madriguera, lo que significa que el invierno se alarga. Si por el contrario no puede ver su sombra debido al tiempo nublado, significa que la primavera llegará antes.
Desde que se ha conocido la noticia del fallecimiento del animal no faltan las voces en las redes sociales que bromean sobre su repentina muerte y la suspensión de la predicción, asociándolo a un posible mal augurio para este 2022. "¿Nos quedamos sin primavera?", "solo puede significar que se avecina una nueva glaciación", comentan con humor algunos usuarios de Twitter.
La marmota ha muerto ¿nos quedamos sin primavera? 2022 se lo está tomando en serio... https://t.co/q4r1TpXm5z
— 𝐷𝑎𝑛𝑖𝑒𝑙 𝒯𝓊𝓇𝒶𝓂𝒷𝒶𝓇 (@danielturambar) February 2, 2022
Señores… esto solo puede significar que se avecina una nueva glaciación. DEP #MilltownMel https://t.co/QlTOe48774
— A. Gutiérrez Salegui (@Fasmida) February 2, 2022
Con los años que estamos viviendo yo también prefiero morirme que tener que precedir qué va a pasar. https://t.co/JjB3C2YBWT
— A.Talave (@Talave_A) February 2, 2022
¡Qué más puede ocurrir!
— Marina Dior (@RealMarinaDior) February 2, 2022
Un invierno sin fin...
Se nos fue el pulpo Paul https://t.co/zgvWms0xTp
El promedio de vida de una marmota es de unos 3 años, por lo que la muerte de Mel no es tan sorprendente. El problema es que su fallecimiento ha llegado en un mal momento. Es época de hibernación de las marmotas y los responsables de la predicción no han podido encontrar a tiempo una sustituta.
Esta tradición, que se remonta a 1887, viene de la costumbre de los granjeros y agricultores que vigilaban el comportamiento de estos animales para saber si era un buen momento para volver a sembrar los campos, aunque lo cierto es que no es del todo fiable, ya que sus pronósticos solo se han cumplido el 39% de las veces, según la web especializada 'Stormfax'.