Cuando el arte se convierte en boleto de la Lotería de Navidad

Cuando se compra un décimo de lotería se está más pendiente del número que el dibujito. Que empiece por 2, que termine en 5 -como ha vaticinado el mago Félix-, que no sea 7 porque ya llevo dos… Pero casi nadie repara en cuál es la obra de arte que ilustra el boleto.

En los últimos años se trata de diferentes imágenes religiosas del nacimiento de Jesús. Esta costumbre adquirió más fuerza a partir de la década de los 60, cuando la imagen gráfica ganó terreno a los motivos decorativos más sencillos. No obstante, más allá de decorar, los cuadros también sirven como señal para identificar la autenticidad de las papeletas.

Estos son los cuadros – y su ficha técnica- de las obras de arte que han ilustrado los décimos del sorteo extraordinario de Navidad del último lustro. Por cierto, todos ellos se localizan en el Museo del Prado de Madrid.

Lotería 2021 | Virgen de la Granada

Autor: Fra Angelico
Fecha: hacia 1426
Técnica: temple
Soporte: tabla
Procedencia: Fue adquirido por Carlos Miguel Fitz-James Struart y Silva -XIV duque de Alba-, después pasó a formar parte de la Colección Casa de Alba hasta 2016, cuando fue adquirido por la Fundación Amigos del Museo del Prado, en 2016.

Lotería 2020 | Virgen de la Granada

Autor: El Bosco
Título: Tríptico de La Adoración de los Magos
Fecha: hacia 1494
Técnica: grisalla; óleo
Soporte: tabla de madera de roble
Procedencia: fue encargada por Peeter Scheyfve y Agneese de Gramme, de Amberes, al Bosco. Más tarde, la envió Felipe II al monasterio de San Lorenzo del Escorial y de allí se trasladó al Museo del Pardo por real orden de 13 de abril de 1839.

Lotería 2019 | Virgen de la Rosa o Sagrada Familia con San Juanito

Autor: Rafael
Fecha: hacia 1517
Técnica: óleo
Soporte: tabla pasada a lienzo
Procedencia: colección real

Lotería 2018 | Retablo de la vida de la Virgen y de San Francisco

Autor: Nicolás Francés
Fecha: 1445 – 1460
Técnica: óleo; temple
Soporte: tabla
Procedencia: capilla de Esteva de las Delicias, La Bañeza (León). En 1932 Ignacio Martínez lo vendió al Museo del Prado.