Abeto natural: cómo decorarlo y cómo cuidarlo

Cuando restan apenas unos días para que llegue la Navidad los viveros agotan sus últimos ejemplares de árboles naturales para decorar las viviendas.

Cuando faltan apenas unos días para que llegue la Navidad los viveros agotan sus últimos ejemplares de árboles naturales para decorar las viviendas.

El árbol de Navidad es uno de los elementos que, por excelencia, adornan cualquier esquina o rincón de nuestras casas por estas fechas. Cierto es que además ahora en el mercado se pueden encontrar de todos los tamaños y hasta de colores. E incluso con un efecto nevado que alude aún más a las bajas temperaturas típicas de la Navidad. Pero la sensación de magia “se multiplica si lo que se elige es un abeto natural”, apuntan desde Viveros Ordovás, en Montañana (Zaragoza).

A pesar de que “cada vez se venden menos” en pro de los artificiales, “la tradición de comprar un árbol natural aún se conserva en algunas casas”, dice Mónica Bandellós, del citado vivero. Una clásica costumbre que conlleva unos cuidados especiales, “pero muy sencillos”. “Compensa lo poquito que hay que hacer para que el árbol se mantenga sano durante el periodo navideño con lo mucho que decora cualquier rincón”, dice Bandellós.

En este caso, también como los artificiales, los hay de diferentes tamaños, “siempre hay un abeto natural para cada casa”. “Lo más importante es que se coloque en una habitación bien ventilada, en la que las temperaturas no sean especialmente altas y, eso sí, habrá que regarlo al menos una vez a la semana y pulverizarlo”, explican desde Viveros Ordovás. 

“Lo que no hay que hacer bajo ningún concepto es dejarlo un tiempo en el exterior, si se dispone de jardín, para después colocarlo en el interior de una vivienda. Esto es un gran error que siempre les comentamos a nuestros clientes”, recomienda Bandellós.

La decoración en este tipo de abetos también es algo diferente si se compara con los artificiales aunque, como todo, depende de los gustos. “El único requisito para no dañar el árbol es no cargarlo demasiado. No hay ningún problema en poner espumillón, bolas… pero sin excesos para no dañar las ramas”, apunta Mónica Bandellós.

Y, ¿después de Navidad? Desde Viveros Ordovás recomiendan que antes de tomar la decisión “más ecológica” de comprar un árbol natural “hay que pensar en qué ocurrirá cuando llegue enero y acaben las navidades. La mejor opción es replantarlos después”. Siempre que tengas un buen lugar para hacerlo. 

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