Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Gazapos de cine

'Los ángeles de Charlie': quiero suponer que los científicos hacen algo más que suponer

Hipótesis: no hace falta saber de ciencia para ser un ángel de Charlie (ni para ser guionista de un 'blockbuster'). Ahora lo que toca es encontrar las pruebas experimentales que validen esta hipótesis y la conviertan en teoría. Y qué mejor experimento que ver la película e identificar los gazapos.

Fotograma de la película  'Los Ángeles de Charlie' ('Charlie’s Angels'), dirigida en 2019 por Elizabeth Banks
Fotograma de la película 'Los Ángeles de Charlie' ('Charlie’s Angels'), dirigida en 2019 por Elizabeth Banks
2.0 Entertainment, Brownstone Productions, Columbia Pictures, Perfect World Pictures, Sony Pictures Entertainment (SPE)

Cuando una joven ingeniera de sistemas alerta a la organización sobre una peligrosa tecnología, los Ángeles son llamados a la acción para recuperarla antes de que caiga en las manos equivocadas.

Encuentra el gazapo científico en este diálogo de la película 'Los Ángeles de Charlie' ('Charlie’s Angels'), dirigida en 2019 por Elizabeth Banks, con guion de ella misma y Jay Basu y con Kristen Stewart (el ángel Sabrina), Naomi Scott (la ingeniera del MIT y futuro ángel Elena), Ella Balinska (el ángel Jane) y Patrick Stewart (John Bosley) en el reparto.

El diálogo

-¿Hay otra forma de salir? –preguntó Jane al encontrar el portalón del almacén cerrado.
-Espera, lo hackeo –dijo Elena, la ingeniera informática- convertirlo en un pulso electromagnético y sobrecargar la electrónica de la puerta -explicó a Jane al tiempo que lo efectuaba
-¿Y eso no nos matará al hacerlo?
-Es de proximidad. A distancia no nos pasará nada.
-¿A qué distancia?
-Eeeeh… aquí, supongo.
-¿Supones?, ¿los científicos* suponen?
-Claro, la base del método científico: la hipótesis.
*(Efectivamente, Elena es una científica: una brillante ingeniera de sistemas graduada la primera de su promoción en el prestigioso MIT).

El gazapo

No deja de tener su gracia que me haya coincidido ver la película 'Angel’s Charlie' justo cuando a mi hija de 13 años le ha tocado estudiar el método científico. Una feliz coincidencia –feliz para mí, aunque humillante para los graduados en el MIT- que me permite recuperar la explicación sobe el método científico que ofrece su libro de texto de 2º de la ESO: 

El método científico es un método que dota de validez las investigaciones científicas y permite obtener resultados rigurosos.
El objetivo del método científico es dar explicación a los fenómenos físicos del mundo. Para llegar a estas explicaciones se parte de una hipótesis, que es una explicación que el científico propone antes de realizar la investigación y que debe comprobar.
Este método sigue unas reglas que determinan que la investigación es científicamente correcta:
-La verificación empírica: el método científico se basa en hechos y no en suposiciones. Parte de la observación de los hechos para dar explicación a un fenómeno de la naturaleza.
-…

A la vista de lo anterior -insisto, tomado de un libro de texto orientado a escolares de 13 años- parece bastante claro que por mucho que la 'numberone' del MIT lo diga –cierto es que no con mucha convicción- la hipótesis no es la base del método científico, en todo sería el punto de partida.

En el ámbito de la ciencia, una hipótesis se define como una posible explicación a un fenómeno natural que debe ser confirmada o refutada mediante la evidencia, es decir, mediante pruebas. O expresado de otro modo, es una suposición, una conjetura que requiere de constatación experimental. Si finalmente los resultados experimentales la avalan, entonces se convierte en una teoría, definida como una explicación comprobada y validada experimentalmente y, con ello, aceptada por toda la comunidad científica.

Al respecto, un ejemplo muy sencillo e ilustrativo –que, lo confieso, no es original sino que lo he tomado prestado de Neil deGrasse, el presentador de 'Cosmos'- es el de la tostada del desayuno quemada. Una posible explicación al fenómeno es que alguien ha movido la rosca del temporizador. Pero esta hipótesis debe ser verificada experimentalmente. ¿Cómo? Variando la posición de la rosca a fin de comprobar si con menos tiempo dentro de la tostadora, la tostada no se quema. Lo ideal, de hecho, sería probar con varias posiciones para ver si hay una correspondencia entre el tiempo dentro del aparato y el grado de tostado que alcanza la rebanada de pan.

Si finalizado el experimento se observa que, al modificar la posición de la rosca, la tostada no se quema, entonces nuestra hipótesis de partida habrá sido validada por las pruebas experimentales y se convierte en la teoría del tostador: “Si se mueve la posición de la rosca del temporizador de la tostadora, llegará un punto en que la rebanada salga quemada”. Premisa aceptada por toda la comunidad de consumidores de tostadas.

¿Pero qué pasa si en nuestro experimento todas las tostadas salen quemadas independientemente de la posición el temporizador? Entonces nuestra hipótesis de partida queda descartada, es refutada por las pruebas y es necesario plantear una nueva hipótesis que explique el fenómeno y que bien podría ser que “la tostadora está estropeada”. Una segunda hipótesis, ya con más visos de ser acertada por estar basada en datos experimentales, pero que de todas formas abría que confirmar, bien repitiendo el experimento previo o con un 'experimento alternativo' como llevar la tostadora al técnico para que la examine.

En resumidas cuentas: lo que va de una hipótesis a una teoría es la obtención de pruebas experimentales que la confirmen. Así pues, la hipótesis es un paso clave del método científico, pero no la base del mismo, un lugar reservado a la observación y la experimentación. La única vía que convierte o descarta una bonita idea es una sólida realidad (al menos en el ámbito científico).

Rebobina y vuelve al principio

.. Para retomar el libro de texto de mi hija donde lo habíamos dejado (ya que lo he pagado, sacarle rédito). Lo habíamos dejado en unos puntos suspensivos que si les damos continuidad, nos llevan a completar las reglas que sigue el método científico sumando a la verificación empírica, la objetividad, la refutabilidad y la reproducibilidad. La objetividad alude a que el criterio, las ideas o las expectativas del experimentador no pueden influir en la investigación. En la misma línea, la refutabilidad implica que cualquier hipótesis puede y debe ser descartada si no se ajusta a los datos. Sin embargo, el mayor aval de que las tres reglas anteriores se han cumplido es la reproducibilidad. Es decir que el experimento puede ser reproducido en cualquier otro centro de investigación y por investigadores independientes obteniéndose exactamente los mismos resultados. Por eso las teorías son aceptadas por toda la comunidad científica.

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