La puesta de largo de Nabulé de Bodegas Aragonesas se celebró este lunes en el complejo Aura y fue mucho más que la presentación de un vino. El evento se vistió como una cita especial alrededor de una variedad, la garnacha, con un nuevo estilo, "con un gran potencial aromático, muy sutil y elegante".

Así lo explicó Rubén Frago, presidente de Bodegas Aragonesas, ante los medios de comunicación. Este encuentro fue el primero de los que se celebraron durante la jornada con distribuidores, hosteleros y prescriptores del ámbito gastronómico. Debido a la pandemia, no se pudo socializar en grandes grupos, así que la presentación se desarrolló por fases.

Eso sí, la puesta de largo fue parecida. El presidente de Bodegas Aragonesas dijo que Nabulé "supone un antes y un después". Palabras mayores si tenemos en cuenta que esta bodega comercializa vinos como Galiano y Fagus. Pues bien, a este nivel aspira a situarse Nabulé.

"Un nuevo concepto de vino moderno en el que tienen un gran papel, más que en ningún otro, la tierra y el viñedo viejo del que proceden". De esta forma lo describió Rubén Frago antes de ceder la palabra al director general de la bodega, Enrique Chueca, quien destacó la importancia de que "el lanzamiento mundial sea en Zaragoza". "Hasta hace poco los vinos de Aragón llegaban desde fuera; ahora todo ha cambiado", matizó.

"¿Por qué este vino y por qué ahora?". Enrique Chueca respondió: "En Bodegas Aragonesas no estamos cómodos en un estado confortable y, además, hemos percibido el interés de muchos clientes por cosas nuevas".

Desarrollar el proyecto no ha sido sencillo, según describió, "porque lo verdaderamente complicado ha sido identificar las parcelas que eran susceptibles de darnos las características de un vino con fruta fresca, más sutil y elegante que otros". "No hemos hecho ninguna mutación de la variedad garnacha -prosiguió-, ni lo hemos elaborado con técnicas de otro planeta; simplemente hemos vendimiado, elaborado y embotellado de una manera concreta, muy difícil de replicar".

Los enólogos Javier Vela, Fernando Ballesteros y Javier Baselga han hecho realidad este proyecto. Javier Vela describió algunas características de esta nueva garnacha: viñedos de más de medio siglo, vendimia manual, control minucioso de la maduración de la uva, extracción del mosto con suaves remontados, crianza en barricas de roble francés más grandes de lo habitual y catas periódicas para determinar el momento óptimo de embotellado.

Por supuesto, se probó en todos los encuentros y la sensación general fue la de un vino "muy aromático, con fresas intensas, largo y persistente". También se explicó que su producción anual es de 15.000 botellas y su comercialización se hará en tiendas especializadas.

Durante toda la tarde, alrededor de 300 personas tuvieron la oportunidad de conocer Nabulé. Su puesta de largo despertó mucha expectación en el sector hostelero y, entre otros, se dejaron ver David Pérez, de La Prensa; Ángel Conde, de El Chalet, y Jorge Lara y Jasone Gorostidi, de Goralai.