Los diamantes viajeros de María Antonieta

La casa Christie's subastará en noviembre en Ginebra (Suiza) un lote con dos brazaletes de diamantes pertenecientes a la esposa de Luis XVI y última reina que ha tenido Francia.

Christie's subasta dos brazaletes de diamantes de María Antonieta
Christie's subasta dos brazaletes de diamantes de María Antonieta
Christie's

La casa Christie's subastará en noviembre en Ginebra (Suiza) un lote con dos brazaletes de diamantes pertenecientes a María Antonieta, esposa de Luis XVI y última reina que ha tenido Francia. Desde los 12 años, la hija del emperador del Sacro Imperio Romano Germánico y la archiduquesa de Austria, reina de Hungría y reina de Bohemia supo que la corona francesa era su destino y su unión con el entonces delfín y futuro Luis XVI de Francia, simbolizó un acercamiento entre las dinastías de los Habsburgo y los Borbones, hasta ese momento enfrentadas. 

El pueblo parisino no la guardaba simpatía. La acusaban de derrochadora y presumida y de influir en su marido para que velara por los intereses de Austria, donde nació en 1774, perjudicando los de Francia. Pero al morir guillotinada por los revolucionarios a los 37 años se convirtió en toda una figura histórica. La monarquía fue abolida en septiembre de 1792 y la familia real encarcelada. Luis XVI fue ejecutado ese mismo año, su esposa 9 meses después y el heredero al trono falleció en cautividad.

Las exclusivas joyas a subasta cuentan con más de 200 diamantes de entre 1 y 4 quilates. Los expertos calculan que el precio que se puede llegar a pagar por ambas piezas puede alcanzar los 4 millones de dólares. En 2018 se subastó un colgante de diamantes adornado con una perla natural excepcional que también perteneció a María Antonieta, y aunque se estimaba que su precio iba a rondar los 2 millones de dólares, finalmente fue vendido por 36 (unos 30 millones de euros). Los diamantes son únicos y distintos entre sí pues antiguamente se utilizaba la técnica de la talla (no tan precisa como el láser de ahora) para separarlos. Cada uno de los brazaletes tiene tres filas de diamantes. Pueden ser usados como pulseras o se pueden unir y formar una gargantilla.

Las piezas fueron encargadas al joyero Charles Auguste Boehmer justo dos años después de que María Antonieta se convirtiera en reina. Podrían haberle costado 250.000 libras, una cantidad elevadísima para el siglo XVIII.

Las joyas se encuentran fuera de Francia. Cuando la revolución francesa estaba llegando a su fin, la reina consorte pretendía huir del país con su marido y sus hijos para evitar ser apresados. Pero antes se aseguró de mandar sus joyas al extranjero para evitar que cayeran en manos de los revolucionarios. No quería perder sus alhajas bajo ningún concepto. 

Así que finalmente las piezas de su colección se enviaron a Bruselas, donde residía su hermana, la archiduquesa Marie-Christine. Y desde Bélgica se enviaron a su país natal, Austria, donde estuvieron custodiadas por miembros de su familia. Su hija María Teresa fue liberada años más tarde, y a su llegada a Austria se le hizo entrega de las joyas de su madre. Como no tuvo descendencia, su sobrina las heredó después.

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