Encuentran a Brutus, el perro que se perdió tras la fuerte explosión en Madrid
El animal fue encontrado en un descampado tras permanecer cuatro días desaparecido.
Brutus, el perro que se había perdido asustado por la explosión de la calle Toledo que causó la muerte de cuatro personas, ya está en casa, ha confirmado la asociación Nueva Vida Adopciones. El animal estuvo cuatro días desaparecido y ha sido encontrado este fin de semana en un descampado de Delicias, en Madrid.
La familia de Brutus ha querido dar las gracias a través de las redes sociales a todos aquellos que han ayudado a que su perro, "muy pacífico", haya podido volver con los suyos.
Momento en el que BRUTUS por fin se reencuentra con su familia 🙏🙏🙏🙏 Gracias a tod@s por difundir 🥰🐾🐾🙏⭐️ pic.twitter.com/8ojYcP5pRa
— AYUDA ANIMAL CHICO (@beadifusiones) January 24, 2021
📌Actualización 24/01
— NUEVA VIDA ADOPCIONES (@NuevaVidaAdop) January 24, 2021
BRUTUS en casa!
Huyó aterrado por la explosión del edificio de la c/Toledo hace 4 dias
Ha sido localizado en un descampado de #Delicias y su mami ha ido corriendo a buscarlo
Nos alegramos muchisimo,campeón! pic.twitter.com/gTbkYTYgXA
Este fin de semana, algunos vecinos de la calle Toledo cuyos edificios fueron los más dañados por la explosión accedieron por primera vez sus viviendas para recoger enseres y objetos personales.
Así, la treintena de vecinos que duermen en el hotel desde el miércoles por el estado de sus inmuebles tras la onda expansiva, lograron por fin, acompañados de bomberos, entrar a sus viviendas, algunas muy afectadas por el destrozo.
A lo largo de estos días, este servicio hotelera del Samur Social se ha encargado de atender las necesidades de los afectados, y el mismo día de la explosión trasladaron a los ancianos de la residencia adyacente a otro centro.
De momento, los agentes de la comisaría de Centro y Policía Científica han interrogado a más de una decena de testigos y vecinos de la zona sobre lo ocurrido.
El inmueble tenía problemas de calefacción desde el lunes y, de hecho, tuvieron que cancelar una reunión parroquial prevista para el propio miércoles por frío. Los radiadores ni estaban calientes ni fríos, algo que denota un fallo desde hace tiempo. De hecho, se apunta a que el gas se escapaba del circuito desde hacía algunos días y había subido, al pesar poco, a las plantas superiores.
Los investigadores han solicitado a los miembros de la congregación el libro de revisiones de las calderas y del sistema de calefacción. Según fuentes regionales consultadas, había pasado la revisión en enero de 2020, con lo cual estaba en regla.
