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The Cebrit: la historia viral de un padre por encontrar el peluche favorito de su hija
Un usuario triunfa en Twitter con un hilo en el que cuenta la incesante búsqueda de unos padres desesperados. Una tensa a la par que divertida historia con la que muchos se sienten identificados.
Perder el juguete favorito de un niño puede suponer un auténtico drama. Prueba de ello es la historia que este martes se ha convertido en viral en Twitter. A través de un hilo, que acumula ya más de 7.000 retuits, Iván Repila (@IvanRepila) cuenta de forma tensa a la par que divertida su caso.
‘The Cebrit’ es una pequeña cebra de peluche que a pesar de no ser especialmente bonita, tal y como relata el padre, es el favorito de su hija. “Un muñequito sarnoso que no se puede lavar ni perder porque lo necesita para dormir”, explica. Tan importante es el muñeco para su pequeña para conciliar el sueño que “si no hay The Cebrit, en esta casa se llora y se grita hasta que The Cebrit aparece”.
Mi hija tiene un muñequito sarnoso que no se puede lavar ni perder porque lo necesita para dormir.
— Iván Repila (@IvanRepila) January 4, 2021
De hecho, a veces tengo más miedo de perder ese muñeco que de perder a mi hija: a ella se la puede encontrar por el rastro de destrucción que deja.
A LA CEBRITA, NO.
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No sabemos de dónde vino The Cebrit. Apareció un día en casa, en manos de la niña, pero nadie pudo reconocer ese trapillo menudo, sucio y lastimero. Una cebra pocha, con poco relleno, feúcha.
— Iván Repila (@IvanRepila) January 4, 2021
La niña, sin embargo, la escogió de entre los otros peluches bellos y suaves.
Desde entonces, The Cebrit se ha convertido en una compañera indispensable para el buen discurrir del adormecimiento. Si no hay The Cebrit, en esta casa se llora y se grita hasta que The Cebrit aparece.
— Iván Repila (@IvanRepila) January 4, 2021
La primera regla de The Cebrit es que The Cebrit nunca está cerca.
La segunda regla de The Cebrit es que The Cebrit está siempre más cerca de lo que piensas.
— Iván Repila (@IvanRepila) January 4, 2021
Hasta hoy.
Este lunes se dieron cuenta de que el muñeco se había perdido. Al principio no le dieron mucha importancia, ya que “siempre aparece”, si bien conforme se acercaba la hora de dormir y ‘The Cebrit’ no aparecía tras buscar en los lugares habituales, la tensión iba aumentando.
Hoy The Cebrit ha desaparecido. Nos hemos dado cuenta a mediodía, cuando la niña estaba medio durmiendo la siesta. No le hemos dado excesiva importancia, porque siempre aparece, pero todos estábamos mosqueados.
— Iván Repila (@IvanRepila) January 4, 2021
Faltaban cuatro horas para The Cebrit Time.
A medida que la tarde iba pasando, mi mujer y yo, cada vez más tensos, dedicábamos ratos entre juegos a buscar The Cebrit por toda la casa. Pero The Cebrit no estaba en ninguno de los lugares habituales.
— Iván Repila (@IvanRepila) January 4, 2021
De modo que nos hemos visto obligados a buscar en otrs lugares.
El drama llega al sospechar que el peluche pueda haber acabado por error en un contenedor, ya que su suegra había estado haciendo limpieza en la casa y había bajado a donar libros y reciclar esa misma mañana.
Para añadir tensión al asunto, resulta que mi suegra había estado haciendo limpieza general esta mañana. Incluso había bajado a donar libros y reciclar movidas. Por supuesto, la sombra de The Cebrit en un contenedor por error se ha cernido sobre nosotros.
— Iván Repila (@IvanRepila) January 4, 2021
Hemos comunicado la situación por wassap y mi suegra ha regresado de unos recados a toda velocidad. La tensión en el hogar era patente. La niña no sabía qué, pero sabía que pasaba algo gordo, grave, cósmico.
— Iván Repila (@IvanRepila) January 4, 2021
Para evitar que la recordase, hemos usado todo el tiempo la palabra clave LA INNOMBRABLE delante de ella.
— Iván Repila (@IvanRepila) January 4, 2021
Faltaban dos horas para The Cebrit Time.
A partir de ahí, los tres como salvajes, el caos.
— Iván Repila (@IvanRepila) January 4, 2021
Hemos levantado colchas, colchones, somieres. Alfombras, cajas, cuadros. He revisado la basura orgánica, la de plástico, la de cartón. Hemos mirado en la lavadora, los armarios, la nevera.
Ya daba todo PUTO IGUAL: hemos mirado en los armarios del baño, en las cajas de herramientas, en la bañera, en lugares tan altos que hacía falta una escalera para ver algo.
— Iván Repila (@IvanRepila) January 4, 2021
Tras buscar, desesperados, en todos los rincones habidos y por haber en la casa, su suegra, “en un acto de extrema desesperanza, ha bajado al sitio donde había donado los libros a preguntar si se había dejado una cebra”. Mientras tanto, fingían normalidad ante la niña, hasta que llegó el temido momento de ir a dormir.
Mi suegra, en un acto de EXTREMA DESESPERANZA, ha bajado al sitio donde había donado los libros A PREGUNTAR SI SE HABÍA DEJADO UNA CEBRA.
— Iván Repila (@IvanRepila) January 4, 2021
Es ahí cuando ya todo parecía perdido, y no tuvieron más remedio que contarle la verdad a la pequeña. Pero como decía Iván al principio del hilo “The Cebrit está siempre más cerca de lo que piensas”. Y así fue, ya que al final la odisea acabó con final feliz “y un vino” para celebrarlo. Disfruta leyendo el hilo hasta el final.
Con infinita calma y paciencia, mi mujer le ha explicado a Noa que la cebrita se había ido de vacaciones y que ahora lo tocaría dormir a ella sola.
— Iván Repila (@IvanRepila) January 4, 2021
Mi mujer todo esto llorando, como es logico. La niña empezando a comprender la dimensión de la tragedia.
Empezamos a quitarle la ropa. Mi mujer y yo sollozando discretamente, mirándonos de reojo, preguntándonos en qué contenedor, en qué bolsa de basura, dónde habíamos fallado.
— Iván Repila (@IvanRepila) January 4, 2021
La niña empieza a gritar Eita, Eita, como todas las noches.
Nosotros nos desmoronamos.
Pero la segunda regla de The Cebrit, como he dicho antes, es que The Cebrit siempre está más cerca de lo que piensas.
— Iván Repila (@IvanRepila) January 4, 2021
Y ahí, sobre la cama, en una casa literalmente arrasada por un huracán de buscadores de cebras, la niña en pañales, lagrimones contenidos, sacamos el pijama con el que la niña dormirá, por vez primera, sin The Cebrit.
— Iván Repila (@IvanRepila) January 4, 2021
Y al darle la vuelta al pijama...
— Iván Repila (@IvanRepila) January 4, 2021
Atascada en una manga...
— Iván Repila (@IvanRepila) January 4, 2021
Un pijama que todos habíamos tenido en las manos, porque molestaba, unas trescientas veces durante las búsqueda...
— Iván Repila (@IvanRepila) January 4, 2021
EN LA PUTA MANGA DEL PIJAMA...
— Iván Repila (@IvanRepila) January 4, 2021
Ahí estaba The Cebrit.
— Iván Repila (@IvanRepila) January 4, 2021
Y mi hija, que no se ha enterado prácticamente de nada, duerme ahora plácida en su cuna, acompañada por ese muñeco tan sucio que solo tiene rayas negras y rayas muy negras.
— Iván Repila (@IvanRepila) January 4, 2021
Y yo me he puesto un vino.
— Iván Repila (@IvanRepila) January 4, 2021
Mañana adjunto foto, amigues. Lo prometo. De momento, recordad, para este 2021, que The Cebrit está siempre más cerca de lo que creemos.
❤️
Muchos padres se han visto identificados con su historia y han querido compartir con Iván la suya en la red social.
😅😅😅 He sufrido contigo. Te entendemos. Prefiero perder una mano que a Monin. Y no tiene cura, mi hija ya tiene 10 años... hoy la vacunan y aquí vinimos los 4, antes suelta a su madre y a mí que a Monin. Suerte compañero. pic.twitter.com/j7QGewY3nT
— 🇸🇪 PepeGol 🇮🇸 (@JoseRocf26) January 5, 2021
Mi hijo mayor (5 años) tiene a Pipo desde que nació. Cuando tenía 2 lo perdimos en Cádiz durante un puente y a la vuelta a Madrid tuvimos que parar en Zara Home a comprar otro. Unas rebajas lo encontré y compré uno más por si Pipo 2º se pierde o estropea 😅 pic.twitter.com/m8fQV2kdtD
— Gloria ^_^ (@TeacherGloria77) January 5, 2021