salud
Cómo fomentar la autonomía de los más pequeños en el baño
Adquirir un buen hábito de higiene en la infancia repercute de manera directa en la salud.
De todos los hábitos que los más pequeños han de adquirir en su camino hacia la autonomía, uno de los más importantes es el de la higiene, ya que repercute de manera directa en la salud. Fomentar una buena rutina de lavado sirve para prevenir enfermedades, favorecer el desarrollo de una buena autoestima, facilitar las relaciones sociales y les enseña a conocer las distintas partes del cuerpo.
Para que los más pequeños comiencen a hacerse responsables de su cuidado personal, es importante transmitirles la necesidad de estar limpios y aseados mostrándoles satisfacción tras este tipo de conductas, con mensajes como "qué bien hueles", "qué limpio estás" o "qué guapo te has puesto".
Otro de los factores importantes es procurar que los elementos del cuarto de baño estén a su alcance (como el lavabo, el inodoro, el espejo, la toalla, el jabón...). En el caso de que no se encuentren accesibles para el niño, los padres deberán disponer de adaptadores en estas estancias que permitan el uso autónomo de los más pequeños.
Como los niños realizan muchas de sus conductas por imitación de las de sus padres, será beneficioso para su aprendizaje que los modelos a seguir cuiden el orden y la limpieza y mantengan unos buenos hábitos de higiene que el menor pueda reproducir y copiar. Por ejemplo, para acostumbrarse a lavarse las manos antes y después de comer y después de ir al servicio o a cepillarse los dientes después de cada comida.
Fuera del baño, otro de los hábitos de higiene imprescindibles es el que está relacionado con el uso correcto de la ropa. Asegurar el cambio diario de prendas también es necesario para que el niño aprenda la importancia de mantenerse limpio y aseado.
Si quieres seguir recibiendo información sobre ideas y planes para disfrutar con niños, suscríbete gratuitamente a nuestra newsletter.
