jóvenes que inspiran

La lección de solidaridad de un grupo de vecinos de La Almozara entre los que se asoman muchos rostros jóvenes

Fernando Barrera es uno de los jóvenes integrados en la Red de Apoyo Mutuo de La Almozara, un grupo de voluntarios constituido en plena crisis por coronavirus que trata de tender la mano al barrio zaragozano en lo que necesite.

Fernando Barrera, con camiseta roja, es uno de los voluntarios de este grupo.
Fernando Barrera, con camiseta roja, junto a otros voluntarios del grupo.
Red de Apoyo Mutuo - La Almozara

No es imprudente todo aquel que es joven ni precavidos todos los que superan la barrera de los treinta. Sin embargo, los jóvenes están en el punto de mira de las críticas al considerarlos uno de los principales focos de contagios. Y, aunque hay quien defiende que no es cuestión de echarles la culpa, muchas de las campañas gubernamentales se están centrando en concienciar a este sector de la población de las normas impuestas para tratar de evitar que el virus continúe expandiéndose, como la de 'influencer o contagier' o la que ha hecho pública recientemente la Comunidad de Madrid, con un final inesperado y mucho más contundente. Pero en medio de la polémica, hay quien ha decidido predicar con el ejemplo, como los jóvenes voluntarios de la Red de Apoyo Mutuo de La Almozara.

Entre ellos se encuentra Fernando Barrera, un matemático de 27 años que comparte en las siguientes líneas su experiencia dentro del grupo y cómo se han organizado para poder ofrecer su tiempo, su ayuda  y sus conocimientos a todos aquellos vecinos que pudieran necesitarlo.

¿Cuándo nace este proyecto?

Todo empieza con la declaración del estado de alarma. Sabíamos que estaban formándose redes en otros barrios y nos pusimos en contacto unos cuantos para darle forma a nuestra red. No nos conocíamos de nada al principio pero en seguida hicimos equipo y muy pronto ya contábamos con voluntarios y voluntarias suficientes para empezar a hacer cosas.

¿Cuáles son las labores de la red?

Aunque al principio nuestro objetivo era hacer recados a personas de grupos de riesgo para evitar que salieran de casa y se pusieran en peligro, pronto tuvimos que atender demandas más serias. Mucha gente perdió su trabajo o sufrieron un ERTE durante las primeras semanas de confinamiento. Algunos no tenían ahorros con los que esperar a cobrar las ayudas, así que tuvimos que empezar a repartir comida. Nos pusimos a disposición de la parroquia del barrio, que ha hecho y está haciendo una gran labor, y con Cáritas. También organizamos una red de comercios en los que los vecinos y las vecinas del barrio pueden dejar alimentos, pañales, etc. regularmente. Estos comercios nos avisan cuando han recogido suficiente para llevarlo a la parroquia, donde se hacen paquetes que luego se reparten. Otra cosa que tuvimos que hacer en su momento fue atender numerosas llamadas para facilitar información laboral. En muchos casos pudimos resolverlas nosotros, que íbamos leyendo lo que se publicaba en el BOE y la información que facilitaban sindicatos, aunque en otros muchos simplemente dábamos los números gratuitos que habilitaron CC.OO. o CGT porque no podíamos hacer nada. Ahora mismo, como hay gente que está otra vez encerrada en casa por los rebrotes, sí que nos estamos dedicando a hacer compras. Parece que la red es ya bastante conocida en el barrio, de modo que incluso el Centro de Salud nos avisa cuando saben de algún caso en el que podemos echar una mano. Seguro que me dejo cosas. En resumen, hemos hecho todo lo que hemos podido.

"Es ridículo, torpe y cínico sugerir que las imprudencias de los jóvenes son uno de los principales factores en el incremento de contagios"

¿Cuántos sois y cómo es el grupo?

Contamos con unos 30 voluntarios aproximadamente y los hay de todas las edades y ocupaciones. Una coordinadora en la que estamos cinco personas se encarga de organizar todo y está en contacto con el resto de voluntarios a través de un grupo general de WhatsApp. Luego hay otros tantos grupos con tareas específicas. Por ejemplo, hay un grupo encargado únicamente del reparto de alimentos, en el que se nos avisa cuando un comercio ha recogido suficiente material para llevarlo a la parroquia. Otro se dedica a la comunicación. En ese grupo se comparten documentos oficiales y noticias que puedan interesar al barrio que resumimos para publicar en redes sociales.

¿Crees que tendrá continuidad este grupo a largo plazo?

No es que lo crea. En la última asamblea se decidió que la Red de Apoyo se constituiría en asociación. La Red seguirá estando en un principio preparada para atender las demandas más inmediatas de los vecinos, pero tenemos intención de hacer más cosas. Desde el grupo de Comunicación se propuso organizar charlas de interés para el barrio. Pensábamos invitar a sindicalistas que pudiesen hablar sobre derechos laborales, o a expertos en temas de inmigración, ya que nuestro barrio cuenta con importantes comunidades inmigrantes a las que nos gustaría acercarnos para tejer barrio. También habíamos organizado un grupo para dar clases de apoyo a todos los niños y las niñas que no hayan podido seguir las clases telemáticamente durante el confinamiento. Esto es algo que no se ha comentado demasiado, pero hay familias en las que había más niños que dispositivos con los que seguir las clases. Sabemos que también las ha habido que no tenían ningún medio para seguirlas. Queríamos que los niños y las niñas del barrio tuvieran la oportunidad de recuperar todo lo que no se haya podido estudiar para empezar el curso con buen nivel, pero con la situación actual, que parece que empeora, hemos decidido dejarlo para más tarde. Lo haremos, pero habrá que esperar a que todo se vuelva a calmar un poco.

¿Qué hay que hacer para unirse?

Es muy fácil. El que quiera unirse puede contactar con nosotros a través de nuestra página de Facebook: Red de Apoyo Mutuo - La Almozara, o nuestra cuenta en Twitter, con el mismo nombre. También nos puede escribir un correo electrónico a redapoyoalmozara@gmail.com o llamarnos al 609 935 559, al 686 199 342 o al 691 343 558. Estaremos encantados de contar con más gente.

¿Qué opinas sobre la creencia de que las imprudencias de los jóvenes son uno de los principales factores que influyen en el incremento de contagios?

Es ridículo, torpe y cínico sugerir tal cosa. Es cierto que hay jóvenes que no respetan las normas para evitar la propagación del virus, que no llevan bien la mascarilla o que no guardan las distancias, pero, en general, todos nos lo estamos tomando muy en serio. Pero basta con asomarse a cualquier terraza para encontrarse un numeroso grupo de adultos tomando algo sin mascarilla en torno a una mesa en la que es imposible guardar distancias. En cualquier caso, no creemos que se pueda acusar a la juventud ni a nadie de nada cuando los principales focos de contagio en Aragón han sido centros de trabajo. Sabemos de buena mano, porque lo viven diariamente voluntarios de nuestra red, que hay centros de trabajo donde no se dota al trabajador del material necesario para evitar contagios.

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