ocio infantil

Entretenimiento con forma de animal

Adivinanzas, juegos, peluches, cuentos, dibujos animados... los animales cobran gran protagonismo en el tiempo de esparcimiento de los niños.

Animales de peluche, muy comunes en las habitaciones infantiles.
Animales de peluche, muy comunes en las habitaciones infantiles.
Pixabay

No es una moda, sino una realidad que ha acompañado a los niños de varias generaciones: las representaciones de animales son una constante en sus juegos y pasatiempos. Solo hay que echar un vistazo a las habitaciones de los más pequeños de la casa para darse cuenta de que no faltan los muñecos, cuentos, juguetes o motivos en general que se inspiren en la fauna.

Quizá los primeros en llamar la atención sean los que suelen ocupar espacio sobre la cama. Suaves y de todos los tamaños y colores, los peluches son muy frecuentes entre los enseres de los niños desde la temprana edad y , a menudo, se convierten en fieles compañeros de sueños. Con ellos, además, se puede jugar a ser profesores mientras se disponen en torno a una pizarra o clase imaginaria, a familias, cuidando su descanso y alimentación o, incluso, a detectives, haciéndolos sospechosos de un delito inventado, entre otros supuestos.

En el capítulo de los muñecos, tienen mucho éxito los dinosaurios, tanto en formato electrónico como en figura de plástico. Igualmente, osos, leones o especies características de otros países se acumulan con facilidad en las estanterías o cajones para crear bosques y selvas, favoreciendo así la diversión. Los personajes de los dibujos animados más famosos también se recrean en un tamaño manejable para el juego. Desde los emblemáticos Bugs Bunny y Dumbo hasta el admirado Rey León o la entrañable Peppa Pig. Los ejemplos son innumerables.

Didácticos, tranquilos, creativos

Del mismo modo, los personajes favoritos de los niños de raza animal también son el motivo central de las barajas infantiles. El Piou Piou o las Sardines de la popular firma Djecco para todos los públicos o el de Batameuh, Batamiau o Batanimo para los más pequeños tienen una gran acogida en la actualidad.

Los juegos de mesa tampoco se se quedan atrás en cuanto a tendencias salvajes se refiere. En el clásico Tragabolas cada jugador debía elegir un hipopótamo y raro es el hogar que no disponga de una oca para echar una partida. Hoy por hoy, propuestas como Los monos locos o La joya de la serpiente, dejan paso a otros más evolucionados para jugar en familia como Fauna. En este último, será posible, además, aprender aspectos interesantes y curiosos de más de 300 animales diferentes.

Los cuentos de ahora y siempre, los cuadernos para colorear, los que incluyen pegatinas y las publicaciones de adivinanzas, todos ellos especializados en animales, también son una fuente inagotable de entretenimiento.

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