Tercer Milenio

Ciencia ciudadana

Frenalacurva. Una experiencia de transformación que propaga el virus del activismo positivo

Una plataforma de innovación ciudadana y resiliencia cívica para canalizar necesidades de la ciudadanía y dar respuestas a raíz del Covid-19.

Mapa de la web de Frenalacurva
Mapa de la web de Frenalacurva

Hace unas semanas atrás, recuerdo estar conversando sobre el cumplimiento de la Agenda 2030, los ODS, el Green New Deal, inclusive sobre las nuevas economías y por supuesto, los efectos del cambio climático. En ello estaba y seguramente en muchas más cosas. Con el paso de los días hemos ido avistando la presencia de un enemigo (en principio) y quizás ahora (un “maestro”), silente, invisible, capaz de trascender cualquier frontera, sagaz, que nos empieza a dejar ingredientes para reflexionar, lecciones para aprender y axiomas para cambiar. El COVID-19 apareció para hackear nuestras vidas y darnos un zarpazo global. El “nuevo maestro” comenzó a mostrarnos el camino hacia una redefinición como estirpe social, como comunidad y si cabe, como humanidad.

No cabe duda de que estamos ante un escenario disruptivo, donde el “nuevo maestro” nos obliga a desnudarnos y a sumar como iguales a pesar de las diferencias de su alcance. No entiende de ejercicios de poder ni de grandes capitales y es capaz de poner a prueba nuestra fortaleza interna y nuestra capacidad de resiliencia. Nos hace humanos, vulnerables y cercanos.

Y es precisamente en este escenario de caos, incertidumbre, vulnerabilidad y miedo, lo que hace encontrarnos con el “otro”, voltear nuestra mirada, abrir y tender la mano, en otras palabras, abrazarnos en la solidaridad. Y es justamente este ingrediente (la solidaridad), el motor del nacimiento de Frenalacurva. Más que una iniciativa, es una experiencia y una forma de recuperar el sentido colectivo de la ciudadanía (Down-top), en tiempos donde el COVID-19 ha producido un shock, que más allá de lo pandémico parece anestesiarnos por momentos.

Ante esto, ha sido necesario inocular el virus del activismo positivo y “mover” a la ciudadanía por otros cauces para frenar la curva de la pandemia. Frenalacurva surge como una plataforma de innovación ciudadana y resiliencia cívica para canalizar necesidades de la ciudadanía y dar respuestas a la población a raíz del COVID-19 de forma altruista. Impulsada por el Laboratorio de Innovación del Gobierno Abierto de Aragón (LAAAB), ha sido capaz de poner a la ciudadanía en el centro de los procesos y fomentar el caldo de cultivo de la innovación. Y más allá de eso, ha sabido visibilizar el valor de las personas, el valor de la colaboración y la empatía.

En una primera fase, se ha creado un foro en el que se visibilizan iniciativas dadas a conocer por la ciudadanía de todo el territorio español (necesidades de distinta índole: Cuidados, Recursos 'online' en materia de ocio, educación, cultura, personas mayores, personas sin techo, recursos contra la violencia de género) por mencionar algunos ejemplos. 

En una segunda fase se vislumbró la necesidad de geolocalizar las necesidades en forma de “chincheta” de colores para que la ciudadanía no solo se convirtiera en una de ellas (al dar a conocer una necesidad propia, interceder por otra persona o dar a conocer un servicio en el caso de entidades y organizaciones), sino que también fuera una herramienta útil al servicio de la ciudadanía facilitando información y canalizando las necesidades de la población garantizando su alcance en el ámbito local. Es una iniciativa de todos(as) y para todos(as). Para el momento en el que se escribe este artículo hay cerca de 800 entradas temáticas, 4.600 usuarios/as registrados(as) y más de 400.000 visitas. En su versión Maps hay cerca de 8.000 chinchetas de necesidades.

Diluyendo fronteras, abrazando diversidades

Como ya se ha mencionado en epígrafes, no existe mejor antídoto frente al “nuevo maestro” que extender por todo el mundo dosis y dosis de solidaridad y más que ello, de activismo positivo. Al poco tiempo de comenzar su andadura Frenalacurva España, se comenzó a replicar la iniciativa en países de Latinoamérica: Perú, México, Argentina, Uruguay, Ecuador, Costa Rica, Colombia, Brasil a los que se han sumado Polonia, Francia, Portugal, Venezuela, Bolivia y otros que se encuentran en fase de gestión. Equipos de trabajo creando comunidades en línea, en red, unidos por un mismo objetivo: ¿cómo dar respuesta a las necesidades de la población ante el COVID-19? 

Y siguiendo este mismo ejercicio de diluir fronteras y abrazar las diversidades, surgen los Laboratorios Ciudadanos Distribuidos, experiencias de experimentación, co-creación, creatividad y colaboración que generan innovación social en proyectos que se trabajan para crear soluciones a distintas problemáticas en torno a la pandemia. 

En Frenalacurva España existen 13 proyectos cuyos temas van desde “Red de comercios de proximidad” -comenzó en la ciudad de Madrid y se ha ido extendiendo a otras comunidades- hasta “Diario de un Confinado”, un proyecto que potencia las capacidades creativas y literarias en confinamiento. Los “Labs” de distribución se convierten en ejes clave para definir nuevas narrativas en torno a la participación ciudadana creando comunidad en línea. Se diluye la frontera del espacio físico y se amplía el alcance al integrar a más personas trabajando en generar bienestar colectivo (Civic Tech), aparte de generar otras formas de comunicación y potenciar la innovación abierta y la ciencia ciudadana, en tanto en cuanto se articula el tejido cívico con distintos agentes de la sociedad. Independientemente de las diferencias de cada contexto, detrás de esta iniciativa existen muchísimas personas que desarrollan todo un kit de competencias que solo tienen un fin, poner la tecnología al servicio de la ciudadanía para poder llegar a las personas que más lo necesitan.

Frenalacurva en cinco claves

Si tuviera que definir Frenalacurva en cinco claves diría que es: 

  • Una plataforma de innovación ciudadanía y resiliencia cívica que canaliza las necesidades reales donde la tecnología está al servicio de la ciudadanía.
  • Es una herramienta que canaliza todo el sentir social (entidades, organizaciones, asociaciones civiles, makers, labs de innovación) para dar respuestas y canalizar la solidaridad. 
  • Tiene como foco los colectivos más desfavorecidos y las personas vulnerables. d) Es una herramienta colaborativa por cuanto la ciudadanía puede hacer uso de ella no sólo convirtiéndose en “chincheta”, sino como agente activo replicando soluciones en sus espacios locales. 
  • Es una iniciativa que fomenta el activismo positivo generando impacto social.

Ante el mosaico de la tristeza, desde Frenalacurva creamos otro donde sumamos alegría y nos unimos en el “hacer”. Todos(as) necesitamos de todos(as). Frenalacurva es un canal, que, ante las grietas, hilvana esperanza. Debemos cuidarnos y protegernos como sociedad. Cuidar nuestros afectos y valorar lo que importa. Cuidar nuestro planeta porque no tenemos uno B. Quizás dentro de un tiempo, seamos capaces de ver al “nuevo maestro” como una oportunidad que nos hizo mejorar y a Frenalacurva como el inicio de un camino de aprendizaje, que nos puso en primera línea para canalizar la solidaridad; que nos recordó que el poder colectivo vence cualquier obstáculo; que podremos vivir en una sociedad en la que ya no pensemos en el impacto social porque ya todo será social y que la resiliencia es necesaria para plantear nuevos escenarios, con nuevas oportunidades que estoy segura estará llena de primeras veces.

Marianna Martínez Alfaro Miembro del equipo de moderación de Frenalacurva. PhD en Sociología. Investigadora de la Universidad de Zaragoza

Esta sección se realiza en colaboración con el Observatorio de la Ciencia Ciudadana en España, coordinado por la Fundación Ibercivis

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