Tercer Milenio

Experimenten

¿Mal de amores? Consúltalo con la almohada

Ya advertimos que es muy probable que la metodología del experimenten en el que estás a punto de participar -vaya, lo que se te pide que hagas- puede resultar, al menos a priori, chocante. Pero solo a priori. Te garantizamos que cuando -tras completarlo- continúes leyendo, comprobarás que tiene toda su razón de ser.

Experimentar durmiendo
Experimentar durmiendo
Melies The Bunny

Duerme tres noches sucesivas -tú solo- empleando como funda de almohada -o directamente como almohada; eso ya, al gusto del consumidor-:

  • 1ª noche: una camiseta o pijama limpio de tu pareja.
  • 2ª noche: la camiseta o el pijama usado ese día o la noche anterior por tu pareja.
  • 3ª noche: la camiseta que tú has usado -y sudado- ese día.

¿Que noche has dormido más y mejor? ¿Tras cuál te has levantado la mañana siguiente más descansado, con sensación de haber gozado del sueño más reparador? ¿Ha sido la segunda?

Porque, según un estudio recientemente publicado por investigadores de la University of British Columbia, dormir 'arropado' por el aroma o esencia de tu pareja mejora la calidad del sueño propio. Incluso cuando tu pareja no está presente, con tal de que sí te acompañé su olor.

Para comprobarlo, los investigadores procedieron de un modo análogo al aplicado en este experimenten, haciendo dormir a los 155 voluntarios del estudio en noches sucesivas con una camiseta limpia, una usada por su pareja y una usada por un desconocido. Noches durante las cuales monitorizaron la calidad del sueño, con un dispositivo de muñeca que recogía los movimientos y sacudidas de los voluntarios. De este modo constataron que dormir en compañía del olor de la pareja mejoraba el descanso. Más aún, que los efectos -esto es, la mejora del descanso- de esta novedosa cura o terapia del sueño son equiparables a los proporcionados por la ingesta de los suplementos de melatonina que se suelen prescribir a tal efecto.

Eso sí, a diferencia del estudio en el que se requería a las parejas que, durante la jornada destinada a impregnar la camiseta con su olor, no usasen desodorantes, perfumes u otros productos; ni fumasen; ni consumiesen determinados alimentos que pudieran alterarlo, en este experimenten no hemos querido controlar dichos factores ya que entendemos que el hábito de fumar o la querencia a comer determinadas comidas, etc. también contribuyen y forman parte de la esencia que nos acompaña y que percibimos a diario de nuestra media naranja.

Para finalizar, una interesante lectura complementaria de las conclusiones alcanzadas por el referido estudio y nuestro posterior experimenten -en el supuesto de que las respalden- es pensar que si uno tiene dudas acerca de si realmente siente algo o está enamorado de una determinada persona, nada mejor que consultarlo con la almohada. 

Con la colaboración del Observatorio de la Ciencia Ciudadana en España, coordinado por la Fundación Ibercivis

-Ir al suplemento Tercer Milenio

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión