Tercer Milenio

Experimenten

Reloj no marques la memoria… ¿o sí?

Pon a prueba tu memoria con estos dos tests. Atención: responde al primero poco después de despertarte y el segundo a última hora de la tarde.

RELOJ DE LA BASILICA DEL PILAR ( ZARAGOZA ) / 25/10/2019 / FOTO : OLIVER DUCH [[[FOTOGRAFOS]]]
Reloj de la Diputación Provincial de Zaragoza.
Oliver Duch

La gracia de este 'experimenten' está en que respondas al primero de estos dos test de memoria poco después de despertarte y el segundo a última hora de la tarde.

Test de memoria 1 (responde poco después de despertarte)

Dedica medio minuto a intentar memorizar esta lista de términos:

Planeta, estrella, cráter, satélite, cometa, asteroide, galaxia, constelación, cinturón

A continuación tápala. Deja pasar cinco minutos y responde al siguiente cuestionario:

1) ¿La palabra estrella formaba parte de lista?
2) ¿Cuál es tu fecha de nacimiento?
3) ¿La lista incluía la palabra astro?
4) ¿Cuál es tu número de DNI?
5) ¿La palabra Espacio estaba en la lista?
6) ¿Cuáles son los apellidos de tu mejor amigo?
7) ¿Galaxia estaba en la lista?

Test de memoria 2 (responde a última hora de la tarde)

Dedica medio minuto a intentar memorizar esta lista de términos: 

Corazón, hígado, húmero, cerebro, fémur, costilla, pulmón, páncreas, vejiga, tibia

A continuación tápala. Deja pasar cinco minutos y responde al siguiente cuestionario:

1) ¿La lista incluía el término tibia?
2) ¿Cuál es tu dirección postal?
3) ¿La palabra riñón formaba parte de la lista?
4) ¿Cuál es el nombre completo de tus padres?
5) ¿La palabra hígado formaba parte de la lista?
6) ¿Cuál es tu cantante y tu grupo favorito?
7) ¿El peroné estaba en la lista?

Investigadores japoneses de la Universidad de Tokio han identificado un gen que influye en la memoria. Más concretamente, que condiciona el rendimiento de la memoria en distintos momentos del día. Lo que supone que existe una relación directa entre memoria y reloj interno –o ritmos circadianos-. O, dicho de otro modo, que la capacidad para memorizar nueva información depende y se ve condicionada por el momento del día en que se afronte la tarea. A primeras horas del día la memoria es menos efectiva que a últimas horas de la tarde.

El motivo parece ser la fluctuación a lo largo del día de los niveles de una determinada proteína (denominada BMAL1) que regula la expresión de diversos genes, entre ellos los que se encargan de la activación de los receptores dopamínicos en las regiones del cerebro implicadas en la formación y fijación de recuerdos. La concentración en sangre de esta proteína fluctúa a lo largo de la jornada, siendo menor a primeras horas del día o justo después de despertarse y máxima a últimas horas de la tarde o justo antes de acostarse.

Bien es cierto que el estudio ha sido realizado con ratones; pero también es cierto que ya existían sospechas e indicios de que el reloj interno que regula los ritmos de sueño y vigilia también afectaba a la capacidad memorística. Y el resultado cosechado en este estudio no hace sino reforzar estos indicios.

¿Sucede lo mismo con los resultados obtenidos en este experimenten? Tú dirás. Porque, de confirmarse, esto sería relevante sobre todo en relación al rendimiento académico y sería clave para planificar y optimizar el tiempo de estudio. Al mismo tiempo, vendría a reforzar la corriente que defiende que las clases y el horario escolar deben comenzar más tarde.

Esta sección se realiza en colaboración con el Observatorio de la Ciencia Ciudadana en España, coordinado por la Fundación Ibercivis

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