curiosidades

Adoptan como mascota un cachorro creyendo que era un perro... y era un lobo

Una familia australiana encontró al pequeño animal herido en su jardín. Tiempo después descubrieron que era un dingo, subespecie de lobo.  

Encontraron un pequeño cachorro en el jardín de su casa en Australia, llorando, herido. Lo acogieron en su casa y lo cuidaron con mimo. Al llevarlo al veterinario supieron que no era un perro sino un dingo, una subespecie de lobo en peligro de extinción.

Una familia australiana se encontró un pequeño cachorro en el jardín de su casa, llorando y malherido. Tenía señales de haber sido atacado, probablemente por un ave rapaz, dado que en la espalda llevaba marcas. Acogieron al pequeño animal como mascota, lo llamaron Wandi y este sobrevivió gracias a sus cuidados. Al llevarlo al veterinario, este decidió hacerle algunas pruebas, incluida una de ADN, para comprobar su raza. El resultado dejó anonadados a todos: no se trataba de un cachorro de perro, como habían creído, sino que se trataba de un dingo, una subespecie de lobo en peligo de extinción. Según informa Atlas, Wandi está ahora en un santuario junto a otros miembros de su especie creciendo y jugando, esperando a que los dingos dejen de estar amenazados para poder vivir en libertad.

Los dingos tienen características tanto de los lobos como de los perros modernos y se piensa que su apariencia es similar a la del antecesor de los canes actuales. El nombre dingo viene del dharuk o eora, lengua aborigen, hablada en la zona de Sídney. Pesan entre 23 y 32 kilos. Tienen el pelo por lo general de un amarillo jengibre, rojizo o amarillo arena, aunque también se han hallado dingos albinos. Los de raza pura tienen pelo blanco en las patas y pecho. La mayoría de ellos tienen marcas blancas sobre el pecho, patas y la punta de la cola; y algunos tienen también el hocico oscuro.

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