Dicen que quien tiene un amigo, tiene un tesoro... ¡mucho más valioso cuando llegan las vacaciones!. Eso debió pensar tu amigo cuando, antes de irse de vacaciones a uno de los mejores destinos del año, te pidió un favor al que no pudiste negarte: cuidar de su casa mientras estaba fuera. Ahora, su hogar se ha convertido en tu segunda residencia y, después de tantos años de camaradería y buenos momentos, nadie como tú para desempeñar esta labor. Pero, ¿a quién le apetece hacerlo? 

Siete consejos para que tu amigo no vuelve a dejarte al cargo de su casa 

Lo que sí debes hacer 

Fuera de bromas: cuando un amigo te pide que le cuides la casa durante sus vacaciones lo hace porque confía plenamente en ti. Sin embargo, no está pidiendo que pongas la lavadora, planches o limpies su hogar de arriba a abajo (a pesar de que hacerlo nos hace más felices, o eso dice la ciencia). Lo que quiere decirnos al pedirnos este favor es que nos acerquemos hasta su hogar para comprobar que no ha sufrido ningún percance, entre ellos, un corte de luz, que puede ocasionar pérdidas en los alimentos que se guardan en la nevera, o un robo (que aumentan en los periodos vacacionales).

Para evitar este último (siempre y cuando tu amigo esté fuera de casa una larga temporada) es recomendable subir y bajar las persianas de vez en cuando y dejarlas a distinta altura cada día. De esta forma, parece que hay constantemente gente en casa, algo que puede disuadir en parte a los ladrones. Respecto a las plantas, aunque hay trucos para cuidarlas durante las vacaciones sin necesidad de tener a una persona pendiente, no está de más comprobar su estado por si requieren más agua o hay que quitar las hojas más secas. 

Una vez que tu amigo regrese a casa, siempre puedes proponerle preparar una barbacoa en alguno de los sitios cerca de Zaragoza autorizados para ello, que compense el tiempo invertido en cuidar de su hogar. 

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