verano

¿También cometes estos cinco errores al refrescar tu casa sin aire acondicionado?

Bajar las persianas, beber agua fría o enchufar el ventilador son tres de las pautas más populares para combatir el calor. Pero, ¿funcionan?

Durante las olas de calor, los ventiladores no siempre son efectivos.
Durante las olas de calor, los ventiladores no siempre son efectivos.
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Desde 1965, no se habían registrado en Zaragoza temperaturas tan altas como las que ha dejado a su paso la primera ola de calor del verano. Si bien es cierto que este fenómeno atmosférico parece haberse disipado, el calor persiste y aquellos que no cuentan con aire acondicionado en casa temen los estragos de los 40 grados que registran los termómetros urbanos. Así, entre los muchos trucos que ponemos en práctica a diario para intentar bajar la temperatura de casa, como cerrar las persianas y dejar los ventiladores puestos, hay muchos que, lejos de ser efectivos, son contraproducentes y conviene conocerlos para no perder energías en falsas soluciones que solo conseguirán que pasemos más calor.

Cinco malos hábitos que suben la temperatura en casa

Persianas

Las persianas, a cal y canto

Si bien es cierto que durante las horas de más luz hay que tener las persianas bajadas y las ventanas cerradas, para evitar que la temperatura de las estancias de la casa aumente; esto no implica que debamos vivir en penumbra. De hecho, a partir de las siete de la tarde es recomendable entreabrir las persianas para que el calor no se acumule en casa, pues los ventiladores dejarán de cumplir su función y solo moverán aire a altas temperaturas. 

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El hombre fue encontrado de madrugada mientras se daba una ducha.

Una ducha de agua fría

Aunque pueda parecer que la mejor forma de bajar la temperatura corporal (y notar, así, menor calor en casa) es dándose una ducha de agua helada, nada más lejos de la realidad. Para que nuestro organismo funcione bien, el cuerpo debe estar a una temperatura de entre 36 y 37 grados, y si la bajamos de forma brusca, solo vamos a conseguir que nuestro cuerpo trabaje por restablecerla, iniciando un proceso con gran gasto de energía y que, además, provoca mucho calor.


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Agua con limón.

Bebidas calientes o muy frías

Con la llegada del verano, pocas cosas apetecen más que una bebida muy fría que nos ayude a calmar la sed y la sensación de calor. Sin embargo, tal y como ocurría con el punto anterior, hacerlo solo va a conseguir que nuestra temperatura se dispare. Por el contrario, hay quien opina que tomarse una infusión caliente puede regular la sensación de calor, al disminuir la diferencia de temperaturas ambiental y corporal, pero lo único que va a provocar son unos sofocos iniciales difíciles de sobrellevar. ¿Lo mejor? Decantarse por bebidas del tiempo que nos ayuden con la hidratación.

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Un ventilador en una vivienda aragonesa.

Solo usar ventiladores

No todo el mundo puede permitirse un aparato de aire acondicionado, por lo que son muchos los aragoneses que optan por la instalación de ventiladores que les ayuden a sobrellevar las altas temperaturas. Pero, su uso no siempre lo consigue; ya que están preparados para refrescar a la persona que recibe el aire, pero no las estancias. Para lograr que la casa no sea un horno, la mejor solución es colocar un recipiente con hielos delante de las aspas del ventilador para que el aire que despida sea frío y húmedo.

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Una joven se refresca con un abanico

Abanicarse muy rápido

Cuando el ventilador no es suficiente, más de uno, abanico en mano, comienza a remover el aire con fuerza y rapidez, esperando que la temperatura que reina en casa comience a bajar. Sin embargo, este gesto es muy poco productivo, ya que, si bien es cierto que en la cara notaremos el frescos, los movimientos bruscos y vigorosos requieren un gasto de energía que, en materia corporal, se traduce como un aumento de la temperatura en la zona que los genera: el brazo y la espalda. 

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